Tenía agallas; las suficientes para no «morirse de pena por no ver», como contaba él en una entrevista en este periódico en el año 2009, y tirar para adelante triunfando tanto en el plano vital como laboral. Se llamaba Juan Leirós Villar, falleció en Marín a los 65 años y, siendo ciego desde los ocho, deja una huella tan singular como llena de mérito. Destacó en la música y como directivo de la ONCE, además de ser esposo y padre de una hija.
Juan Leirós entró en el colegio de la ONCE en Pontevedra en el año 1962. En 1968 se marchó a Madrid. Estudió solfeo y piano y fue músico de artistas tan conocidos como Xil Ríos. Tocó también en grupos como como Queimada, Israel y Jaque Show. De este último él era el propietario.
A mediados de los ochenta, retomó su relación con la ONCE. Empezó por abajo, como vendedor del cupón, con un quiosco en Marín. Pero poco a poco fue adquiriendo nuevos cargos y responsabilidades. En Pontevedra fue presidente del comité de empresa, en Vigo fue jefe de servicios sociales, luego le nombraron delegado provincial en Ourense y finalizó su andadura con idéntico puesto pero en la provincia de Lugo.
Ayer, una persona que le sustituyó en uno de esos puestos le definía como «un trabajador muy formado y siempre con ganas de tirar hacia adelante». Él mismo se retrataba así en la citada entrevista del 2009: «La vida me ha sonreído, pero he conocido amigos muertos de pena por no ver, hay que echarle agallas», recalcaba entonces. Ahora le tocará ser valientes a quienes le querían para sobreponerse a su adiós tan temprano. Su funeral es hoy a las 11.00 horas en el templo nuevo de Marín.