La arribada del atún índico a Marín

Marcos Gago Otero
marcos gago MARÍN / LA VOZ

MARÍN

Ramón Leiro

El Izar Arguia abre las descargas de túnidos en Marfrío para su procesado en una nueva fábrica en Portugal

28 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los estibadores se emplean a fondo, desde ayer y hasta dentro de dos semanas, en la descarga de túnidos del barco Izar Arguia en la dársena pesquera de Marín. A escasos metros, las puertas de la nave frigorífica de Marfrío reciben un trasiego constante de carretillas y operarios que transportan la mercancía recién descargada del buque. Para Marín es un hito histórico. Es la primera vez que se descargan túnidos a granel en esta rada, aprovechando un acuerdo entre Atunlo y Marfrío. La primera empresa aporta sus barcos y la materia prima. Marfrío ofrece sus instalaciones frigoríficas, adaptadas para la manipulación de este producto, con un inmenso almacén.

Los túnidos de esta semana proceden del lejano Índico. Uno de los oficiales del barco precisa que de Seychelles. En sucesivas arribadas de más buques de Atunlo se irán sumando otros caladeros. La intención es que haya buques con frecuencia. Marín ha entrado por la puerta grande en el sistema logístico de los túnidos en el noroeste de España.

Los productos que se guardarán a granel en este puerto se trasladarán después en contenedores frigoríficos más allá del Miño, a Vilanova da Cerveira. En la localidad lusa, Marfrío y Atunlo han construido una empresa, Central Lomera Portuguesa, que procesará lomos de atún y que surtirá a gran parte de la península Ibérica.

Sinergia para quedar en Galicia

El director general de Marfrío, Santiago Montejo, explica que el acuerdo se basa en razones estratégicas y de mercado. El proyecto es «una sinergia de los dos grupos». Hasta que no se logró este pacto, la línea de túnidos estuvo a punto de dejar Europa para irse a otro continente. Sin embargo, el éxito de la negociación impulsada por las dos firmas garantizó que esta industria no se deslocalizase tan lejos. Para Marín, es además una decisión que traerá trabajo. Los barcos llegarán de todas las partes del mundo.

Marfrío realizó en sus instalaciones marinenses una serie de mejoras estructurales que permitieron dotar a su fábrica de un muelle propio de descarga y un almacén separado del resto de la actividad de la nave. La importancia de garantizar la cadena de frío, como uno de los mayores valores de calidad del producto, es otra de las claves que decantaron el sí al proyecto.

Montejo indica que la iniciativa tiene una repercusión positiva en el empleo en Marín y que la calidad de las prestaciones de los estibadores portuarios y los trabajadores de Marfrío garantizan «el máximo seguimiento» de la mercancía, lo que asegura «la trazabilidad y una seguridad alimentaria» porque el producto va derecho de la bodega al almacén.