Cruces viarios que parecen la boca del lobo

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

MARÍN

Ramón Leiro

La falta de iluminación pone contra las cuerdas a los conductores en el nudo de Ence o el de bomberos

25 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cruces que dan miedo. Así es como definen los conductores algunas intersecciones viarias que, encima de ser complejas, no tienen puntos de luz que ayuden al piloto a orientarse. En Pontevedra y la comarca esta situación se da al menos en tres lugares: el nudo de bomberos y la entrada y salida de la autopista AP-9 colindante, el denominado nudo de Ence y el macroenlace de Curro, en Barro. Recorrer los tres una noche cualquiera, pero sobre todo en veladas como las de estos días, con lluvia casi constante, es meterse en la boca del lobo del asfalto. Vayamos analizando uno a uno.

En realidad, antes de llegar al nudo de Celulosas, ya se echa de menos la iluminación, ya que la autovía hacia Marín está bastante oscura. Pero lo peor está por llegar: en la citada intersección hay unos focos pero al menos últimamente permanecen apagados. Así que las únicas luces son las de los vehículos. No es fácil tomar este cruce de caminos y se nota enseguida porque hay un buen número de conductores que titubean a la hora de poner el intermitente. Echan en falta la iluminación en este cruce incluso los pilotos que pasan por él a diario. Es el caso de Iván, vecino de Lourizán, que indica: «Resulta bastante complexo tanto de día como de noite. E si, viría ben algún punto de luz».

Farolas apagadas

En el caso del nudo de bomberos, la iluminación podría existir, porque las farolas ahí están, plantadas a la orilla de los viales. Pero se mantienen apagadas. Y eso que esa intersección también es compleja, algo que reconocen los propios agentes de la Guardia Civil, que desde la comandancia son testigos en numerosas ocasiones del galimatías en el que se convierte este cruce para muchos conductores. Y la cosa empeora si uno pretende entrar o salir de la AP-9 en el enlace pegado a la ría. Todo está apagado y hay que ir adivinando los carriles. El diputado nacionalista Luís Bará presentó una proposición en el Parlamento para que la Xunta reclame al Gobierno Central y a Audasa, entre otras cosas, la puesta en funcionamiento del alumbrado existente en el peaje de Alba y el puente de la ría, así como en el acceso y salida de la AP-9. El BNG dice que «prodúcese un efecto funil co estreitamento da calzada que se fai moi perigoso pola noite e cando a visibilidade se ve reducida pola choiva».

Encima, en el nudo de bomberos y la carretera que va hacia O Bao se da una casuística que eleva bastante la peligrosidad. Es habitual ver a peatones cruzando por ahí y caminando por el arcén. Lo hacen incluso de noche y pese a la falta de luz, por lo que los conductores deben extremar la precaución.

El enlace fantasma

Otro de esos cruces viarios importantes donde llama la atención la falta de luz es el macronudo de Curro. Para empezar, no se trata de un enlace común, puesto que se construyó para la autovía que supuestamente iba a haber entre Pontevedra y Vilagarcía y que siete años después de haberse planificado todavía no vio la luz. Así que es una rotonda singular, con una carril fantasma incluido. Pues todo ese entramado de cruces y esa enorme glorieta en la que haya varios ramales están totalmente ennegrecidos conforme se va la claridad del día. Afortunadamente, hay unos pivotes verdes y reflectantes que ayudan un poco al conductor. Aún así, la intersección se le atraganta incluso a los pilotos que pasan por ahí a diario. «É un punto onde hai que ir moi atento, sobre todo se chove, non é nada fácil de coller», dice un repartidor que viaja a diario por la PO-531, que encima de tener ese cruce sin luz es una de las carreteras más atascadas de Galicia.