Clamor social en demanda del paseo a Marín

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

MARÍN

OSCAR VíFER

Cerca de trescientos ciclistas y peatones recorren la PO-11 reclamando una alternativa a esta carretera

29 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las malas condiciones meteorológicas, en las que a las bajas temperaturas se sumaron ocasionales lluvias, no desanimaron a los pontevedreses que ayer se echaron a la calle para exigir, de una vez por todas, que se construya el paseo peatonal y ciclista entre la ciudad del Lérez y Marín. El propio colectivo convocante, Pedaladas, reconoció que la participación, en gran medida espoleada por la agresión a dos ciclistas ocurrida el pasado jueves, superó ampliamente sus previsiones.

De este modo, estiman que la bicifestación fue secundada por más de 250 personas en bicicleta -«case todo, familias con nenos, persoas maiores e persoas con diversidade funcional», remarcaron al respecto-, mientras que los que acudieron a pie no llegaban a unas dos decenas.

Todos ellos completaron el recorrido en una hora y media. De hecho, desde Pedaladas destacaron que hubieran participado niños de hasta 6 años en sus propias bicicletas y acompañados por sus progenitores. Asimismo, destacaron la presencia de personas con diversidad funcional e psíquica que participan en el programa Rodando de Amencer-Aspace, «o cal nos mostra a potencialidade como elemento de ocio familiar dunha ruta deste tipo».

A la vista de la respuesta ciudadana, los convocantes instaron a las autoridades políticas a reflexionar sobre el uso de la bicicleta como medio de transporte no deportivo, al tiempo que insistieron en su potencial atractivo turístico. «O paseo ciclista e peonil de Pontevedra a Marín, coa extensión a Aguete, vai ser un revulsivo na mobilidade ciclista na comarca, vai permitir usar a bicicleta sen importar a idade ou a condición física, e vai ser un gran atractivo turístico que fomente unha economía sustentable», remarcaron, al tiempo que insistieron en que el Gobierno central y los Concellos afectados «deberán poñerse a traballar».

La bicifestación se desarrolló cuarenta y ocho horas después de que Pedaladas hubiese mantenido un encuentro con la subdelegada del Gobierno, la socialista Maica Larriba, en la que sacaron la conclusión de la ejecución de esta infraestructura corre el riesgo de no ejecutarse. «Que non se estea apostando (...) de forma decidida dende as Administracións é non ter visión do que, a día de hoxe, demanda a sociedade, lugares por onde poder desprazarse sen precisar dun automóbil e lugares de ocio familiar activo», incidieron desde este colectivo.

De este modo, las cerca de trescientas voces que ayer se escucharon silenciosamente en la PO-11 reclaman una alternativa segura a esta carretera, la conocida como autovía de Marín, y que este segregada del tráfico motorizado. Y al mismo tiempo, aludieron a cuestiones medioambientales, ya que consideran «incoherente» realizar discursos en contra del cambio climático y en pro de la salud de las personas, al tiempo que no se habilitan espacios para poder utilizar la bicicleta como sustituta del automóvil.

Agresión a dos ciclistas

En una cita como la de ayer, era inevitable que estuviera presente en la memoria de todos las recientes imágenes de la agresión a dos ciclistas en la carretera vieja de Marín. Desde Pedaladas tienen claro que la solución que evitaría que este tipo de situaciones se vuelvan a producir pasa porque los camiones que se dirigen a Ence puedan acceder al complejo industrial por la PO-11.

En este punto, sostienen que la propia señalización permitiría esta posibilidad, «exactamente igual que se está a facer para acceder á EDAR». Los transportes que se dirigen a la pastera utilizan la PO-546, «unha estrada plagada de ciclistas deportivos», de tal modo que advierten de que se estaría «a poñer en risco a boa convivencia e a vida dun colectivo vulnerable na estrada sen necesidade algunha».