El colectivo ciclista defiende que la propuesta de la DGT se aplique en la comarca en la PO-308, la N-550 o la PO-551
06 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El colectivo ciclista Pedaladas aplaudió ayer que de nuevo un director general de Tráfico, en este caso Pere Navarro, ponga sobre la mesa la necesidad de rebajar los límites de velocidad en los viales secundarios e interurbanos. La idea es que los límites actuales, de 90 o 100 kilómetros por hora, se rebajen a 80 o incluso 70 según la característica de la vía. Conscientes de que tal propuesta ya fue hecha en su día por antecesores de Navarro como María Segí o Gregorio Serrano pero siempre se toparon con el rechazo del ministro del Interior, Pedaladas subraya que adoptar dicha medida en la comarca «melloraría a seguridade» en viales como la PO-308 (Pontevedra-Sanxenxo), la N-550 (salidas de la ciudad hacia Vigo y Santiago), la PO-551 (Marín-Bueu) o la N-541 (carretera de Ourense). Los defensores de la movilidad ciclista recuerdan que todos estos viales acumulan incidentes en los últimos años, incluso con víctimas mortales.
«A medida estaría enfocada a reducir as colisión frontais, as saídas de vía e os atropelos a peóns e ciclistas... -subrayan desde Pedaladas-. A redución da velocidade xa a poden acometer as Administracións titulares da vía [como hizo el Concello en aquellas que son de su competencia], pero é fundamental que se reforme a lexislación para non precisar de falecidos para tomar conciencia da deficiente seguridade viaria e se fagan accións en prol da seguridade».
El colectivo ciclista insiste en que la gran diferencia entre el uso de la bicicleta como medio de transporte en España con respecto a países como Holanda o Dinamarca «é a falta de seguridade percibida polas persoas». Eso supone, aseguran, que haya españoles que si van a los citados países de vacaciones emplean la bicicleta como medio de transporte «pero ao regresar a España volven ao coche pola falta de facilidade e o risco real para as súas vidas».
Por este tipo de razones, reducir la velocidad en las carreteras interurbanas y secundarias sería, concluyen, una buena medida para favorecer el uso de la bicicleta y otros sistemas de transporte personal.