Llamó a varias puertas
Esa no fue la única puerta a la que llamó. En estas lides siempre hay que tener un plan alternativo. Con sus buenos resultados como mejor aval, se sentó un día frente a su ordenador y contó sus intenciones deportivas a varios ayuntamientos y marcas deportivas, pero solo el Concello de Marín respondió a sus intereses. «Me pasé por allí y me ayudaron, les explique todo, otros, como el de A Coruña, no me respondió», indica Jonathan. El dinero que le ha sobrado de esta prueba lo guardará para participar ahora en la carrera por la integración ENKI, que se celebrará en A Coruña. El deporte es pasión, pero también profesión para este marinense, que con 18 años se fue a la capital herculina a estudiar Actividad Física y del Deporte. De eso hace ya 13 años. Ahora trabaja con deporte adaptado en la Fundación María José Jove, aunque hasta hace poco lo compaginaba con el área de rendimiento en el club de As Xubias. «Este es un mundo más reconfortante, aquí el deporte es disfrute, superación y alegría, mientras que en rendimiento es más exigencia y metas», explica Monteagudo, que cuando se reincorpore volverá a trabajar de martes a domingo. «Entonces ya no tendré casi tiempo para entrenar», señala, al mismo tiempo que reconoce que «solo entrenó en verano». En este le han salido las cosas perfectas, pero su trayectoria se completa con una plata en el Campeonato de Europa Élite, bronce en el Campeonato del Mundo Élite y Plata en el Mundial de relevos, además de ser campeón de la Copa de España.
En Alemania participó en la distancia esprint con 750 metros nadando, 20 kilómetros en bici, cuatro en piragua y cinco kilómetros corriendo. Para cubrir esa distancia que para cualquier mortal es sobrenatural, Monteagudo entrena una media de dos horas al día. «Me gustaba el piragüismo, lo practico además desde que tengo seis años, y el triatlón, así que unir las dos cosas era una buena idea», señala.