«Vinimos para ascender al Peixe y ha llegado nuestro momento»

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

MARÍN

RAMON LEIRO

Los jugadores norteamericanos Charles Hale-Edmerson y Desmond quieren ganar hoy al Estela y cumplir su meta para jugar el próximo año en LEB Plata

05 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Sentados en el banquillo de un pabellón de A Raña en silencio, Desdmond Akil Simmons y Charles Hale -Edmerson sienten que ha llegado el momento, su momento. Durante toda la temporada han demostrado su valía, pero esta noche quieren dejar claro para que han llegado a Marín. «Vinimos para ascender el Peixe y ha llegado ese momento», sería una gran decepción no lograrlo después de un año tan bueno», explican los dos casi al unísono en un inglés del que todavía no se han despegado en los siete meses que llevan en Marín. Y hoy es el primer día para cumplir el sueño. Esta noche recibirán (20.00 horas) en A Raña al Igualatorio Estela de Cantabria en el cruce que determinará cuál de los dos equipos organizan la fase de ascenso en su casa. Una victoria de los marinenses supondría ser el anfitrión del grupo dos de esta final a cuatro, de lo contrario tendrán que hacer las maletas y jugarla en Santander.

La importancia del encuentro no ha supuesto un cambio en el ritmo de entrenamiento, como dice Charles «nos hemos estado preparando durante todo el año, alguna cosa pequeña hemos introducido por el rival, pero hemos trabajado para llegar aquí». Será una tarde en la que los dos americanos tendrán la oportunidad de medirse a rivales con más nivel. Hasta ahora, fue un paseo para ellos. Cuando llegaron al primer partido con apenas tres días de entrenamiento y ganaron de quince al Gijón Basket, ya presagiaron lo que vendría después, un pleno de victorias en la Liga regular.

Entrenar, ganar y vivir. Así se resume la vida de Desmond, licenciado en Antropología y Liderazgo, y de Charles, graduado en Turismo y Dirección en universidades americanas. Mientras estudiaban jugaban al baloncesto en San Francisco, de donde son, pero una vez concluidos los estudios comenzaron su carrera deportiva. Charles Hale-Edmerson jugó en Suiza y Alemania antes de llegar a Marín el pasado octubre, mientras Desmond hizo una parada en la liga australiana entre su vida americana y la llegada al Peixe. A pesar de que su carrera ha despuntado en Marín, ellos reconocen que les gustaría seguir aquí, pero «eso ya no depende de nosotros, a mi me gustaría hacer carrera en España, pero depende del dinero y de que alguien te quiera o te necesite», comenta Desmond, mientras Charles reconoce que «no me importaría seguir creciendo aquí».

Ambos han encontrado en el Peixe una especie de familia, algo que no le había pasado en equipos anteriores. Comparten piso, expectativas y vivencias. Les sorprende lo arropados que están, pese a las dificultades con el idioma, especialmente en los primeros meses. «Aquí están pendiente de ti, si necesitas medicamentos, te los acercan a casa, intentan ayudarte siempre, para mi eso tiene un valor incalculable», comenta Charles, al que le cuesta decir algo en castellano, pero interviene Desmond para aclarar que algunas cosas han aprendido como «quiero ir a la playa hoy». A los dos les encanta la playa, como buenos californianos están acostumbrados a ella, pero no a que llueva y solo puedan verla sin disfrutarla. Desde octubre apenas la han podido pisar en bañador, pero aún así reconocen que ir hasta ella les ocupa muchos rato libres. También visitan Pontevedra o Vigo para conocer el entorno y aunque lo dice en bajo para que casi nadie lo escuche, Charles Hale-Edmerson bromea al comentar que ver la televisión y dormir le ocupa también ese tiempo libre, que le deja el baloncesto, una pasión que les permite seguir cumpliendo sueños.