En Marín y en Poio solamente queda una cabeza de vacuno por cada término
10 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La comarca de Pontevedra no es una de esas zonas de Galicia, como por el ejemplo la del Deza, donde la producción láctea y la tenencia de vacas para carne son el pan y la sal de la economía. Sin embargo, la presencia del animal totémico de Galicia, la vaca, siempre estuvo ahí. Y sigue estando ahí pese a la despoblación del rural y el progresivo abandono del campo. ¿Cuántas vacas quedan en la zona? Los datos son frescos. El censo de vacas de Medio Rural se había quedado estancado en el 2011. Pero Medio Rural al fin acaba de actualizarlo con datos hasta el 2017. Esas cifras indican que en la comarca quedan 2.125 cabezas, son 300 menos que hace una década.
En la comarca, casi la mitad de las vacas están ubicadas en el municipio de A Lama y son de monte. Principalmente, se localizan en la parroquia de Xesta, donde algún ganadero tiene hasta 200 reses. En este caso se trata de animales cuyas crías se venden para carne, no suelen ser vacas de carácter lechero.
Más allá de A Lama, hay otros dos municipios en la comarca donde todavía hay una buena presencia de vacas. Son Cuntis y Ponte Caldelas. De hecho en el caso del municipio caldelano se da una circunstancia curiosa: el ganado vacuno ha aumentado con respecto a hace diez años, algo que no ocurre en prácticamente ningún otro municipio.
Según los últimos datos oficiales, tanto en Marín como en Poio solamente queda una vaca por municipio. ¿Seguirán vivas desde que se hizo el censo? «Es una buena pregunta, espero que sí siga esa vaca y que al menos tengamos un ejemplar en Marín», decía ayer la alcaldesa, María Ramallo, que se proponía a sí misma averiguar el paradero del animal en cuestión. ¿Y Pontevedra? Si se compara al municipio pontevedrés con el resto de concellos capitales de provincias, solo Lugo le gana en cuanto al número de vacas. Eso sí, Lugo gana por goleada total y absoluta.