El Entroido se desparrama por las calles

r.estévez / m.hermida PONTEVEDRA, VILAGARCÍA / LA VOZ

MARÍN

Emilio Moldes

Aunque la amenaza de lluvia hizo que algunos se quedasen por el camino, la de ayer fue una tarde de desfiles y fiesta

11 feb 2018 . Actualizado a las 22:00 h.

La de ayer fue una de esas mañanas que hacen pensar que en Galicia nunca va a dejar de llover. Temerosos de que eso fuese, justamente, lo que pasase ayer por la tarde, en el Concello de Caldas optaron por suspender el desfile de Entroido. Mejor recoger los bártulos antes de tiempo que acabar descompuestos por el agua, debieron pensar los munícipes. Sin embargo, la mayoría de los ayuntamientos que tenían programados para ayer por la tarde sus particulares desfiles decidieron retar al clima. «Se chove, que chova», que diría el otro. El atrevimiento les salió bien: en Poio los seguidores del Galo Fodorico pudieron ocupar con sus bailes las calles. En Marín, los coloridos grupos pudieron mostrar sus esplendorosos disfraces. Y en Cambados, las carrozas tomaron la villa del Albariño. Salieron una hora después de lo previsto, como si quisiesen que las calles, tras una húmeda mañana, se secasen un poco.

Por esas vías, cargadas de piedra e historia, discurrieron ayer más de una veintena de carrozas que contaban, con humor -y con mucho arte- más de una veintena de historias diferentes. Que si un poco de historia del cine por aquí, que si una lección sobre el universo por allá... Porque, por alguna razón será, este año Don Carnal parece estar fascinado con el mundo de las estrellas. ¿Será por la fiebre de la Guerra de las galaxias? Es posible: allá donde miren es probable que tropiecen con una valerosa princesa Leia o con un oscuro Darth Vader. Estos personajes de moda se colaron, con todo el aplomo que da viajar por el universo, en los desfiles de toda la provincia. Se mezclaban, sin inmutarse, con las avispas asiáticas que, perseguidas por Protección Civil, zumbaban por todo Cambados. Con los animales marinos que saltaron a tierra en Marín. Y con las comparsas vestidas de fantasía, en las que los trajes rivalizan con el contoneo de los cuerpos. En Poio, Os da Farsa hicieron su propia interpretación de este Carnaval cálido y sureño, rompiendo los manidos moldes estéticos.

Frente a toda esa modernidad, la tradición más pura rebosa estos días en la parroquia de Cobres. Será el martes cuando el Entroido de esta localidad de Vilaboa estalle en todo su esplendor, pero los desfiles de Madamas e Galáns ya han empezado a asomarse a las calles. Tienen estos actos un sabor muy propio, muy característico, que nos ubica perfectamente en esa Galicia que disfruta aún de su esencia.

Sea cual sea su carnaval favorito, goce de él estos días, que acabarán pasando muy rápido.

Mujeres «de raza loba» que llenan sus letras de crítica

As+Plus ganaron de madrugada el festival de comparsas de O Grove y, por la tarde, repitieron número en Vilagarcía

r. estévez

Con 25 años a sus espaldas, a la comparsa As+Plus se le estaba «pasando o arroz». Así que este año, sus integrantes decidieron vestirse de novias y así, radiantes, se presentaron el sábado por la noche en el concurso de comparsas de O Grove. Se llevaron el primer premio. Se convirtieron en «Campeonas do Mundo», y revestidas de esa dignidad comparecieron, ya por la tarde, en el auditorio de Vilagarcía. Con ellas, llegaban desde la península Jana de Leria, segunda en el certamen meco; Leña Verde, tercera en su tierra; y A Tropa de Moncha A Caralla (quinta en O Grove). Así que quienes acudieron a Vilagarcía pudieron disfrutar de lo mejorcito del entroido meco, aderezado por la mítica Marajota e Media y O Xoubal, ambas de Vilaxoán, junto a Os de Noalla y su número desbordante de ilusión.

«Hai xa certo rumor no Grove de que apuntarse para vir a Vilagarcía trae sorte», decía Carlos Crespo, el presentador del festival de la capital arousana. Puede que algo de suerte haya, sí, pero tras los éxitos en la tierra meca se esconden muchas horas de trabajo, mucho ingenio a la hora de escribir las críticas, muchos ensayos para afinar las voces. Eso quedó patente en el festival de O Grove y adquirió un brillo especial ayer por al tarde en Vilagarcía, hasta donde llegaron muchos amantes del Carnaval sin haber tenido tiempo, apenas, de recomponerse de los excesos de la noche anterior. No importó. Aunque la acústica fue, por momentos, francamente mejorable, los mensajes llegaban altos y claros. Desde la proclama contra la violencia machista de As+Plus, «mulleres que vimos de raza loba», hasta la advertencia de as Monchas: «Vivimos de espaldas ao campo, de costas ao mar, seguimos polo regho sen preguntar». Queda dicho.