Marín combate la velutina con drones y retira 49 nidos en 8 días

Marcos Gago Otero
marcos gago MARÍN / LA VOZ

MARÍN

CONCELLO DE MARIN

Los apicultores detectan que el frío no ha aletargado las avispas

28 ago 2018 . Actualizado a las 13:28 h.

Drones contra velutinas. Tecnología de última generación contra un insecto invasor que tiene en jaque a los apicultures -y a los vecinos en general, sobre todo del medio rural-. La asociación Depolgal, con base en Marín, ha recurrido a los drones para intentar poner coto a la plaga de la avispa velutina. Es el último recurso que se les ocurre para destruir las colonias que asolan sus colmenas.

Marín es uno de esos concellos donde la presencia de velutina alcanza cotas de plaga sin paliativos. Con más de cien nidos retirados, está entre los más afectados de las Rías Baixas. Si la velutina avanza por todas partes, a los apicultores no les queda otro remedio más que ser implacables. No les queda otra, si es que no quieren ver morir todas sus abejas.

El empleo de drones contra las velutinas ha demostrado una eficacia importantísima. Diciembre se inauguró con más de cincuenta nidos de avispa asiática en lugares tan elevados o de tan difícil acceso que era imposible su supresión. Un gran problema para el medio ambiente que se resolvió a fuerza de ingenio, tecnología y organización. Desde el día 6 hasta ayer, se lograron retirar, con este sistema hasta 49 nidos, con dimensiones que iban desde los 30 a los 70 centímetros de diámetro. Estos solo son aquellos que se encuentran en lugares de difícil acceso, porque los socios de Depolgal no han tenido tregua a la hora de destruir los que sí estaban a su alcance con medios más tradicionales como escaleras o pértigas.

Una de las sorpresas que se han llevado estos apicultores es el hallazgo de crías en todos los estados posibles en los nidos una vez destrozados -huevo, larva, pupa y avispas adultas-. Esta es una novedad porque se pensaba que el intenso frío de las últimas semanas habría aletargado a las velutinas. No parece que ese haya sido el caso, al menos en esta recta final del otoño, y el descubrimiento ha servido como acicate a los apicultores en su lucha contrarreloj.

«O temporal e o frío, sen lugar a dúbida, fixeron estragos nestes niños, non obstante moitos tiñan actividade e seguían co desenvolvemento do seu ciclo biolóxico máis aló do estimado», resaltan desde la concejalía de Medio Ambiente.

La edila marinense Marián Sanmartín, además de felicitar el trabajo desarrollado por esta asociación, explicó que se están dando situaciones de cierto riesgo para las personas. Por ejemplo, ayer les llegó la petición de retirar un nido situado en la copa de un eucalipto que se iba a talar. Si los leñadores no se dan cuenta antes y tiran el árbol, podrían haber sido víctimas de un ataque de avispas rabiosas.