«Tenía la sensación de que estaban bombardeando la provincia»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

MARÍN

LÓPEZ PENIDE

La Guardia Civil evacuó a unas 1.700 personas por la oleada de fuegos forestales

21 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Fue un infierno». En estas tres palabras que un mando de la Guardia Civil de Pontevedra expresó a la subdelegada del Gobierno, Ana Ortiz, se resumen la negra jornada que se vivió en la provincia el pasado domingo con la oleada de incendios forestales.

Fue un día en el que se movilizaron cerca de 680 guardias civiles, prácticamente la mitad de la totalidad de la plantilla con la que cuenta el instituto armado en la provincia. A este operativo se sumaron agentes que estaban de permiso, de vacaciones e, incluso, de baja. Asimismo, los adscritos a la patrullera del Servicio Marítimo con sede en Marín que estaban operativos se les comunicó que debían regresar a tierra para sumarse a las labores de extinción, unos trabajos en los que, al menos, un agentes se tuvo que poner al volante de una motobomba municipal debido a que el Concello en cuestión no disponía de personal suficiente.

Manuel Touceda destacó la implicación de los guardias civiles bajo su mando. De hecho, reconoció que, en un momento dado, se encontraron con que no podía movilizar a todos los dispositivos con los que contaba por falta de vehículos suficientes.

«Tenía la sensación de que estaban bombardeando la provincia», confesó el jefe interino de la Comandancia de Pontevedra. Prueba de la magnitud de los incendios forestales es el hecho de que, solo en la provincia, el instituto armado coordinó la evacuación, ya fuera de forma temporal o de larga duración de 1.700 personas. «Fue una de las situaciones más complicadas a nivel profesional a las que me he enfrentado», concluyó quien participó en los desalojos de la última erupción volcánica de Canarias.

Touceda, por otro lado, confirmó que una de las líneas de investigación apunta a la posible actuación de un grupo organizado en Pazos de Borbén. «En un período de veinte minutos se detectan nueve focos. Pensamos que es muy difícil que una persona sola pueda hacer eso».