Las cuatro bodegas de Ribeiras do Morrazo vendimian 60.000 kilos

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

MARÍN

Los vinos de la Indicación Xeográfica Protexida estrenan este año el sello de calidad

09 oct 2017 . Actualizado a las 12:51 h.

La primera vendimia realizada bajo el amparo de la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Ribeiras do Morrazo ya ha concluido. Y ha sido todo un éxito. La cosecha recogida en los municipios de Bueu, Cangas, Marín, Moaña, Poio, Pontevedra, Redondela y Vilaboa superará por mucho los 60.000 kilos de uva «de calidade excelente». Así lo sostiene Guillermo Martínez Pintos, presidente de la asociación de viticultores de Vilaboa y de la Federación Provincial de Loureiros, uno de los promotores de esta IXP y portavoz de la misma.

Solo la producción de las cuatro bodegas integradas en la Indicación Xeográfica Protexida ronda ya esa cifra de 60.000 kilos. La que regenta el propio Guillermo Martínez, Os Areeiros, en Santa Cristina de Cobras (Vilaboa), es la que presenta el registro más alto, con alrededor de 25.000 kilos. La bodega Reboraina, de Reboreda (Redondela), está trabajando con unos 21.000 kilos; y las otras dos bodegas de la IXP presentan unas cifras muy inferiores, con entre 6.000 y 6.500 kilos. Se trata de la bodega del monasterio de Poio y Ardán SL, de Marín. Esta última es la única de las cuatro que produce vino tinto. Las otras tres comercializan blancos. A esa producción de las bodegas hay que sumar las de pequeños productores repartidos por los ocho municipios que componen Ribeiras do Morrazo.

Esta es la primera campaña en que las labores de vendimia se han hecho bajo el amparo de la IXP. Eso significa, por ejemplo, un control mucho más exhaustivo de que la producción se ajusta a las variedades de uva autorizadas, que en el caso de los vinos blancos son Albariño, Caíño, Godello, Loureira, Treixadura, Branco Lexítimo y Torrontés; y en el caso de tintos, Brancellao, Caíño Tinto, Pedral, Espadeiro, Loureiro Tinto, Mencía y Sousón.

Una vez completada la primera vendimia, y a la espera de que la UE dé el visto bueno definitivo a la IXP -actualmente está en exposición pública en Bruselas y Guillermo Martínez cruza los dedos: «se aquí non houbo alegacións non creo que as vaia haber en Bruselas, ¿non?»-, el reto inmediato pasa por completar el censo vitivinícola de los ocho municipios y en seguir trabajando por integrar a los pequeños productores .

Y por seguir dando a conocer los vinos de esta zona de la provincia de Pontevedra. Martínez, que con Os Areeiros suma varios reconocimientos, espera asistir en los próximos meses a diversas ferias, ya bajo el paraguas de la Indicación Xeográfica Protexida Ribeiras do Morrazo.

Así son los vinos de la IXP: «Frescos, suaves en boca , limpios y brillantes» 

La producción de vinos en Bueu, Cangas, Marín, Moaña, Poio, Pontevedra, Redondela y Vilaboa no es nada nuevo sino una tradición centenaria, al igual que en el resto de la provincia. La IXP nació de la imposibilidad de integrar a estos municipios en la Denominación de Orixe Rías Baixas, pese a contar, afirman desde de Ribeiras do Morrazo, con idénticas características de suelo y de clima.

Hace ya más de cinco años que los productores de estos ocho concellos decidieron tirar por su cuenta, y para ello contaron desde el principio con el visto bueno de la Xunta de Galicia. El informe que elaboró en su día la Consellería de Medio Rural para impulsar la IXP describe a los caldos de Ribeiras do Morrazo como «vinos frescos y suaves en boca, limpios, brillantes con aromas francos en los que se aprecian las características propias de la materia prima de la que proceden». Sus graduaciones alcohólicas son «moderadas, con aromas florales y de frutas».

El informe incide en su «buena y equilibrada acidez» y se resalta que los vinos blancos de la IXP Ribeiras do Morrazo «tendrán potente intensidad aromática», mientras que los caldos tintos están «bien cubiertos en fase visual».