El Padroado exige al Concello que acabe con el botellón de la víspera a esta festividad
25 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La continua y persistente lluvia que empezó a caer pasado el mediodía de ayer, aunque deslució los actos programados, no consiguió impedir que la Danza das Espadas cumpliese en Marín con el secular rito de rendir homenaje a San Miguel, patrón de los marineros de esta localidad. Eso sí, aunque inicialmente estaba previsto que las danzas se desarrollasen en distintos puntos de la villa, finalmente estas quedaron relegadas al atrio de la Iglesia Nueva, donde renovaron el tributo al Arcángel.
La climatología reinante, en todo caso, impidió que la procesión con la imagen del santo recorriese las calles de Marín al término de la misa solemne.
Previamente, en el salón de actos del Concello de Marín se desarrollaron los actos institucionales, en el transcurso de los cuales se entregaron medallas y distinciones a los nuevos miembros de la Cofradía de Mareantes, así como a los danzantes que llevan en activo diez y veinte años. La alcaldesa María Ramallo, que vestía los colores de la Danza das Espadas, presidió esta ceremonia, al tiempo que resaltó la gran tradición de la misma y el hecho de que esté considerada como Festa de Interese Turística de Galicia.
Instantes antes, el presidente del Padroado de San Miguel, Lois González Dopazo, dio un ligero tirón de orejas a la corporación municipal: «Desde fai uns anos, e coa decisión de que o San Miguel se celebre no derradeiro domingo de setembro, apareceu en Marín unha pseudofesta na véspera que se deu en chamar San Migheleiro, que non deixa de ser un gran botellón».
Frente a esta realidad, exigió que «dito botellón non se celebre na véspera de San Miguel. Sexan afoutes e solucionen este problema. San Miguel e Marín sairán gañando, e os bares tamén».