El alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, está viviendo una buena temporada en las relaciones con otras Administraciones. Él mismo prevé un mandato muy inversor en Pontevedra por parte del Estado -circunvalación, paseo peatonal a Marín, nudo de bomberos y nuevo enlace con la AP-9-, de la Diputación -saneamiento, campos de hierba sintética, acceso a Monte Porreiro-, y también la Xunta de Galicia, con proyectos como la rehabilitación del edificio de Benito Corbal, la construcción de la nueva sede judicial o, especialmente, el Gran Montecelo. Se están, asegura Lores, recogiendo los frutos de «moito traballo desenvolvido nestes anos».
Pero desde el gobierno local se aspira a más. Se está a la espera de la resolución sobre la nueva convocatoria de fondos europeos, y aunque no se llegue a la cantidad solicitada, 18,7 millones, el Concello confía en obtener financiación.
También está una vieja demanda de la ciudad que el alcalde quiere reivindicar ante la Xunta: la variante de Alba. De hecho, será uno de los asuntos que pondrá Lores sobre la mesa en una inminente reunión con Núñez Feijoo con motivo de la firma del convenio para impulsar el Gran Montecelo. El acto tendrá lugar en breve -podría ser incluso la próxima semana-, y Feijoo ya ha comunicado a Lores su intención de asistir.
Dicha variante sería la alternativa a la PO-225 para conectar las carreteras de Santiago y Vilagarcía. Actualmente es un vial de poco más de un kilómetro de longitud, en el que a la alta intensidad de tráfico se suma un porcentaje elevado de vehículos pesados. También presenta problemas por el gálibo bajo el paso del Eje Atlántico de alta velocidad ferroviaria, por el estrechamiento de la calzada en el puente sobre el río Rons y por la coincidencia con el Camino Portugués a Santiago, con más que un notable tránsito de peatones.
El alcalde aludirá al acuerdo unánime alcanzado en el Parlamento gallego el pasado día 3 de junio, cuando se votaba una propuesta del PP para incluir la PO-225 en San Caetano, Alba, en la red de sendas para mejorar la seguridad de los peregrinos. El grupo del BNG apoyó la propuesta y presentó una enmienda que también fue respaldada por unanimidad: «Instar á Xunta de Galicia a que se comprometa a facer a variante de Alba, contemplada inicialmente no Plan Move».
En el año 2012, el entonces conselleiro de Infraestruturas, Agustín Hernández, consideraba esta actuación «prioritaria» y anunciaba un proyecto del que nunca más se supo.
El presidente se reunirá con Lores en breve, en la firma del convenio del Gran Montecelo