La burga milenaria que guardaba oro

c. pereiro CUNTIS / LA VOZ

CUNTIS

La fuente termal lleva en uso, como mínimo, desde que se documenta presencia romana en la villa cuntiense

12 feb 2016 . Actualizado a las 05:05 h.

En Cuntis la tierra desprende calor. Es un hecho científico, nada de magia ni cuentos fantasiosos. Dos fallas tectónicas confluyen en el núcleo urbano, lo que hace romper todos los sustratos y capas geológicas. Sumado a la existencia de ríos subterráneos, las aguas termales afloran a la superficie.

Nuestros ancestros ya conocían el valor y las ventajas del agua caliente. Hablamos de culturas prerromanas, incluso algún estudio afirma la existencia de habitantes ya en la Edad de Bronce. Los romanos vieron en Cuntis un lugar único para sus costumbres, un pueblo que siempre ha adorado los baños y el uso del agua como sanador e higiénico. Su poder era atribuido a entes divinos, como las ninfas.

En el 1908, la burga Lume de Deus es abierta para una limpieza. La sorpresa viene en forma de monedas de bronce, cobre y plata, de origen romano. Más de 500 piezas fueron contabilizadas. Eran ofrendas, regalos a esas diosas de la época, en busca de un favor o una curación.

Al estudiar las monedas, se descubre una de Tiberio, acuñada en el año 15. Así, la hipótesis de que la burga sea milenaria, y no solo eso, sino que lleve en uso ininterrumpido tanto tiempo, la convertiría en única en su especie. Solo en Lugo, habría otra, documentada, que se mantuviera tanto tiempo activa.

La burga ha sido reformada y tapada en varias ocasiones. En el momento del hallazgo de las monedas, el pozo fue estudiado y no solo se descubrió una estructura de origen romano, confirmando la teoría milenaria. El recipiente y el contenido, son contemporáneos.

A día de hoy, su parte superior ha sido reformada pero el agua continúa fluyendo, claro. Un chorro a unos cincuenta grados, con olor a sulfuros. La titularidad se presupone pública, pero hay algunos proyectos polémicos de cara a nuevas obras. Por ahora, continúa naturalmente.