26 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.
La magia de las aguas de Cuntis se remonta ya a 1697, cuando se describen tres fuentes de las «caldas de Cuntis». En la construcción de una vivienda en 1835 apareció un pozo cuadrado para unas doce personas y una fuente, que confirmaban el uso de estas aguas desde tiempos remotos. Los antecesores a la propiedad actual fusionaron los Baños del Castro con el de la Virgen en 1886, pero no fue hasta 1998 cuando se construyó el nuevo edificio, dedicado íntegramente a la balneoterapia y conectado con la zona hotelera a través de un túnel. Dispone de aguas sulfuradas, sódicas, fluoradas, silicatadas y litínicas que emanan a una temperatura entre los 14 y los 64 grados.