Juan XXIII innova con una FP dual para personas con discapacidad intelectual

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

CERDEDO-COTOBADE

RAMON LEIRO

El curso se imparte en Castiñeiras, en un local cedido por comuneros de San Xulián

05 ene 2020 . Actualizado a las 11:56 h.

La Fundación Juan XXIII ha dado un paso más a la hora de facilitar la integración laboral de las personas con discapacidad, con la puesta en marcha el pasado diciembre de un pionero curso de Formación Profesional Dual. Está diseñado para personas con discapacidad intelectual o trastorno del desarrollo. Se trata de una iniciativa que se desarrolla en instalaciones propiedad de la comunidad de montes de San Xulián, en el lago de Castiñeiras, en Marín. Los comuneros han cedido para el uso de la fundación las antiguas instalaciones del centro de recuperación de fauna silvestre que la Xunta desalojó tras su marcha a Cotobade. El programa impulsado por Juan XXIII es un plan de formación reglada, con el visto bueno de la Xunta y que permite que los participantes obtengan un certificado de auxiliares en jardinería. Se trata de un programa formativo a tres años, con un carácter eminentemente práctico y por lo tanto adaptado a las necesidades de aprendizaje de los alumnos. Participan diez personas, de edades comprendidas entre 16 y 30 años. La primera promoción habrá rematado sus estudios en diciembre del 2022.

Prioridad de las prácticas

El carácter dual de la titulación surge de que «los alumnos se van a formar en alternancia de la formación y el empleo». Es un sistema de Formación Profesional que se está implantando a nivel europeo. En el caso marinense, se prioriza la práctica para que las clases sean lo más eficaces posibles. El director de la fundación, Diego Chapela, explica que «buscamos un sistema en que la persona se forme el 100 % del tiempo en el puesto de trabajo».

Los alumnos tienen un contrato de trabajo, a jornada completa. Es un contrato para la formación y el aprendizaje. La mitad de la jornada se hace en una empresa de jardinería. La Fundación Juan XXIII aprovecha la sinergia que le ofrece su Centro Especial de Empleo (CEE), otro programa diferente que lleva funcionando años y que permite que personas con discapacidad hagan trabajos para los clientes del CEE como tareas de jardinería en parques municipales de varios concellos.

La otra mitad de la jornada, los alumnos van a estar en formación. «Aquí viene la diferencia con los sistemas ordinarios de formación dual, porque no lo van a hacer en el aula, sino con un profesor en el puesto de trabajo», apunta Chapela. Es decir, «si los alumnos tienen que aprender a podar, irán a un entorno donde haya rosales, hortensias o setos y van a aprender a hacerlo de forma práctica», destaca. La ubicación en Castiñeiras ofrece una ventaja indudable porque podrán realizar sus prácticas en este ámbito. Chapela enfatiza su agradecimiento a la comunidad de montes que preside Manuel Estévez. «Fueron muy generosos con la cesión de las instalaciones y eso nos permitió poner el marcha este novedoso proyecto».

Ahora bien, el aprendizaje no es el único objetivo de este plan. La meta es la inserción laboral, más allá de la fundación. Por este motivo, Chapela indicó que se aprovechará otro ámbito en el que Juan XXIII tiene ya mucha experiencia. Es el Programa Integrado de Empleo, que implica la inserción de los alumnos en empresas del sector de la jardinería logrando una integración laboral plena.