La indignación vecinal aumenta ante el inicio de la obra de la N-541 en Viascón

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

CERDEDO-COTOBADE

Ramón Leiro

La adjudicataria de los trabajos desembarcó ayer en la travesía y colocó las señales que avisan de los trabajos

11 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Nadie esperaba que fuese tan pronto. Pero ayer, ante la indignación vecinal, la empresa que tiene adjudicada una obra de mejora de la seguridad vial en la N-541, a la altura de Viascón, desembarcó en esta zona y colocó las señales que avisan del inicio inminente de los trabajos. Los obreros, conscientes de que los vecinos no comulgan con la construcción de la vía de servicio proyectada por Fomento, preguntaron si habría problemas por instalar allí sus casetas de obra. «Nós xa lles dixemos que a culpa non é deles, que é dos políticos. Eles son traballadores que veñen facer o que lles mandan, aquí o problema está nos que deciden», señalaba un residente. «De todas formas, vai haber problemas. Isto non pode quedar así», indicaba el presidente de la asociación vecinal O Agro que, junto con la comunidad de montes, capitaliza la lucha contra la citada obra.

¿Qué va a pasar ahora, con los trabajos adjudicados por Fomento ya encima y los vecinos y el Concello -el pleno votó de forma unánime contra esta infraestructura- oponiéndose a que se lleven a cabo? Veamos qué dicen las distintas partes. Desde la subdelegación de Gobierno, correa transmisora de las decisiones de Fomento en Madrid, señalan que estos trabajos los adjudicó el PP en el año 2016 dentro de un lote de mejoras en la N-541. Señala también que el Concello de Cotobade no alegó contra la obra. Es más, desdice al alcalde e indica que nunca llegó a estar paralizada mientras gobernaba Mariano Rajoy, sino que simplemente primero se actuó en otros tramos y este se dejó de último. Por tanto, eximen de toda responsabilidad al gobierno de Pedro Sánchez e indica que lo que se puede hacer es intentar consensuar algún cambio con los vecinos, pero no parece que se trate de una modificación radical del proyecto.

Petición de paralización

¿Qué dice el alcalde, el conservador Jorge Cubela? Señala que en su momento el Concello no alegó porque «

non ten un equipo de enxeñeiros para dicirlle a Fomento como ten que facer unha obra»

. Pero que sí mostró malestar por la actuación cuando todavía estaba abierto el plazo de exposición al público:

«O ministerio díxonos que o que tiñamos que facer era un acordo plenario pedindo a paralización da obra e do proceso de expropiación. E iso fixemos»,

repite por activa y por pasiva Jorge Cubela. El mandatario cuenta que, mientras gobernó el PP, lograron paralizar los trabajos: «

Había un proceso expropiatorio iniciado e parouse. Logramos paralizalo porque había diálogo pleno con Fomento, cun ministerio que entón tiña á cabeza a Ana Pastor, cunha especial sensibilidade con todo o que pasaba en Galicia».

 

Para el mandatario, el problema fue que con la llegada del PSOE al poder hace unos meses, esa «paralización» a la que él alude dejó de tener efecto y se puso en marcha la obra. Señala que le dieron cita en Madrid a finales de mes para hablar de este asunto, pero que posiblemente sea tarde porque la obra, tal y como demuestra la colocación de señales, parece inminente. Dice que no pidió una reunión con la subdelegada del Gobierno -los vecinos sí lo hicieron y los recibió Maica Larriba- porque no cree que sea un interlocutor válido para esta cuestión.

¿Cómo explica Cubela que se parase la obra pero que se adjudicase igualmente en la etapa del PP? Dice que fue porque iba dentro de un paquete de mejoras en la vía. De hecho, señala que el resto de obras eran en territorio pontevedrés «e non se ían anular todas, as outras podían facerse».

Reunión a media tarde

En ese contexto de indignación, ayer estaba prevista una reunión entre los vecinos de Viascón y el alcalde. Algunos de los afectados señalaban que de poco vale que ahora el Concello les muestre su apoyo inquebrantable «porque a obra témola enriba». Los residentes piden que se deje de lado la algarada política y se reme conjuntamente para parar la obra.

La Subdelegación confirma que la obra la dejó adjudicada el PP

de Mariano Rajoy