Llega hasta el arzobispo para demostrar que ella no intentó echar al cura

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

CAMPO LAMEIRO

CAPOTILLO

Apeló a Julián Barrio tras circular por Campo Lameiro el bulo de que protestó contra el párroco; la Iglesia le da la razón

10 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Se supone que el refrán tiene razón. Y que el mejor desprecio a las palabras necias son los oídos sordos. Eso pensó Martina Viéitez, vecina de Campo Lameiro y concejala de la oposición, cuando comenzó a escuchar rumores de que ella quería echar al sacerdote que atiende a todas las parroquias de su municipio y de que había presentado quejas contra él ante el Arzobispado. Al principio, no dio aprecio a esas acusaciones, que sostiene que son totalmente inciertas. Pero el bulo llegó a un punto insostenible. Martina cuenta que hubo quien dejó de saludarla a ella e incluso a sus familiares, que se atacó a su empresa y que llegó a sentirse muy incómoda. Así que decidió que era hora de actuar. No montó ningún escándalo. Ni tampoco berreó en las redes sociales. Aunque no entendía cómo había surgido semejante bulo, decidió que necesitaba un papel que la respaldase. Y ya lo tiene. Se lo ha firmado el arzobispo de Santiago.

Martina Viéitez no acusa a nadie de la propagación del bulo. De hecho, asegura que no sabe si eso tiene o no que ver con la actividad política que desarrolla -cabe recordar que se presentó por primera vez a las elecciones en las municipales y que su grupo, Por-Vir, logró situarse como segunda fuerza-. El caso es que tanto ella como su familia comenzaron a ver que iba a más el bulo de que ella estaba presentado denuncias contra el párroco. Y cuenta también cómo reaccionó el sacerdote: «Non chegou a falar de min, nin a dar ningún nome. Pero si que dixo nas igrexas que se había alguén que tivera algo en contra del que llo dixera... entón parecía que si podía haber algo de certo en todo isto».

 Harta de los rumores, cortó por lo sano. Se dirigió al Arzobispado para que se certificase que ella no había presentado ninguna queja. Y así le contestó la Iglesia en una carta firmada por Julián Barrio: «Me complace comunicarle que visto el registro de la documentación llegada a este Arzobispado desde enero del año 2017 hasta hoy no se presentó por parte de usted ninguna queja, reclamación o denuncia, ni por escrito ni de palabra, sobre ningún párroco de la feligresía de San Cristovo de Couso en el Concello de Campo Lameiro, provincia de Pontevedra», indica. Luego, la saluda cordialmente y la «bendice en el Señor» el arzobispo de Santiago.

Entonces sí, con ese papel bajo el brazo, Martina Viéitez publicó en las redes sociales el calvario por el que había pasado. Dijo que se había sentido víctima de «difamacións e calumnias» e instó a todos los vecinos de Campo Lameiro a leer la carta que le envió Julián Barrio. Lo cierto es que obtuvo numerosos mensajes de ánimo en su Facebook, donde también asomaron peticiones para que el párroco de Campo Lameiro lea esta misiva en las iglesias y así se deshaga todo el entuerto. Quizás lo haga. O no.

De momento, Martina Viéitez se conforma con que sus palabras se hayan visto avaladas con la carta llegada desde Santiago. Eso sí, lamenta todo el daño que se produjo por el camino. En su página de Facebook, tiró de una cita del Evangelio para avisar a quienes se dedicaron a difundir el bulo: «No juzguéis y no os juzgarán. Porque os van a juzgar como juzguéis vosotros y la medida que uséis la usarán con vosotros...», dejó escrito Viéitez.