Manuel Barros: tabernero, taxista y sobre todo «bo home»
La Voz de Galicia
pontevedra / la voz
Manuel Barros Sueiro, Manolo de Quivén, era toda una institución en la parroquia de San Cristobo de Couso, en Campo Lameiro, donde ayer se le dio el último adiós. Falleció a los 77 años tras una vida con dos facetas profesionales muy marcadas: la de taxista y la de tabernero.
Manolo se casó en su día con Dolores Quivén, cuyos padres tenían una taberna. En ella trabajó también él, pero compatibilizándola con la labor de taxista. Dicen nunca se negaba a llevar a nadie aunque supiese que no cobraría al momento. Era habitual verlo salir con el coche para llevar a los chavales a la Condesa o a Lennon. Ya jubilado, aún le hacía un favor a quien necesitase hacer un viaje porque, como decían ayer sus amigos, «era un bo home».
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