Aparecen en A Canle cuatro figuras de la decoración navideña de dos calles de Caldas
CALDAS DE REIS
Los comerciantes denuncian que este miércoles también les hicieron dos cortes con una tijera en la línea de las luces
07 dic 2022 . Actualizado a las 12:47 h.El primer robo o acto vandálico se produjo en la madrugada del pasado domingo. Parte de las figuras de la decoración navideña de las calles Fornos e Iglesia de Caldas de Reis aparecían este martes por la noche en otra zona del casco urbano, en A Canle. Quien las vio fue Xosé Piñeiro, Sesi, que llegó a casa sobre las diez de la noche. Cuando entraba con su coche unos vecinos estaban timbrando en su domicilio para decirle que cómo había colocado las figuras en el exterior, fuera de su propiedad. Él les dijo que no eran suyas, sino de la decoración de los comerciantes de la calle Fornos. Llamó a su sobrino Miquel Piñeiro, que es presidente de la Asociación de Hosteleros, quien este miércoles fue a buscar las figuritas para volverlas a colocar en el mismo sitio. «Nuestra teoría es que esto no lo hizo la chavalada del fin de semana, sino gente mayor. Sinceramente, no es la primera vez que jubilados nos llevan plantas», expone Miguel Piñeiro.
La alegría por haber recuperado esas cuatro figuritas sin apenas daños no fue completa. Mari Carmen Pereira, una de las comerciantes, comentaba que esta mañana se dieron cuenta de que alguien había hecho dos cortes con una tijera en la línea de las luces de la decoración navideña. «Esto lo hacemos los comerciantes y los vecinos de las calles Fornos e Iglesia, que ponemos una cantidad de dinero para que esté todo más bonito. Igual alguien se piensa que lo hace el Ayuntamiento, pero no es así, el Concello no pone ni un euro para esto», remacha la modista. Sobre la aparición de las figuras de ovejas y corderitos robadas, cree que quien lo hizo tuvo miedo y por eso las devolvió. «La persona que se las llevó cogió miedo porque al difundir el robo y decir que la Policía Local iba a revisar las cámaras de seguridad de un establecimiento pensó que igual lo iban a descubrir, así que optó por dejarlas en la otra parte del pueblo», expone Mari Carmen Pereira.
