Ana María Cancelo: «Siempre me gustó estar con gente mayor, escucharlos y ayudarlos»

Cristina Barral Diéguez
cristina barral CALDAS / LA VOZ

CALDAS DE REIS

Ana María Cancelo, en la Casa do Maior As Goletas, ubicada en Sequeiros, parroquia de Saiar
Ana María Cancelo, en la Casa do Maior As Goletas, ubicada en Sequeiros, parroquia de Saiar CAPOTILLO

Así es la mujer que gestiona As Goletas, la primera casa do maior de Caldas de Reis

11 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Ana María Cancelo Garazo está al frente de la primera Casa do Maior de Caldas de Reis, As Goletas. Un equipamiento habilitado en un local cedido por los comuneros de Saiar en el lugar de Sequeiros. Esta mujer de 51 años natural de Teo, pero casada en Caldas hace 23 años, había hecho un curso de auxiliar de geriatría hace diez y había estado un tiempo trabajando como cuidadora de una chica con discapacidad. Era toda su experiencia laboral fuera de su domicilio. Reconoce que se le presentó esta oportunidad de gestionar la casa do maior y que no se lo pensó.

«Desde el Concello de Caldas me comentaron que había esta posibilidad y acepté. Yo llevaba muchos años parada, mi hijo ya es mayor y me pareció un servicio interesante, además me gusta estar con gente mayor», explica Ana María Cancelo, que en su día también había hecho unas prácticas en el asilo de Caldas. Lo peor de toda esta experiencia y del último año fue todo el papeleo, que a punto estuvo de hacerla desistir. Por ello, agradece el apoyo brindado desde el Concello, en especial por su alcalde, Juan Manuel Rey (PSOE), y también por un funcionario de mayores que trabaja en la Xunta en Santiago. «Solo sé que se llama Suso y que lo llamé unas cien meses para resolver dudas. Si no es por él nada de esto hubiera salido adelante porque fue una locura entre el papeleo y la pandemia del covid», subraya.

La Casa do Maior As Goletas, que toma su nombre del lugar donde está ubicada, está lista para recibir a los primeros usuarios. Desde el 22 de diciembre está dada de alta. Su promotora cree que será este enero. Agradece también la cesión del local por parte de los comuneros de Saiar, «que no nos pusieron ningún problema para acondicionar el edificio». Ana María será quien lleve la casa do maior, donde podrá tener la ayuda de su marido y su hijo en algún momento. También cuenta que tiene que tener una persona sustituta por si ella enferma o en algún momento puntual no puede desempeñar el servicio. Esa persona es Isabel Aragunde, también vecina de la zona.

¿Qué ofrece As Goletas y cuántas plazas tiene? Un máximo de cinco plazas para personas mayores de 60 años, sean dependientes o no. Si no se cubren con vecinos de Caldas, se podrían ofertar en ayuntamientos colindantes. Se trata de un servicio gratuito que funcionará, de lunes a viernes, de 9 a 17 horas. A mayores habrá un servicio de comedor, con un coste diario de 5 euros.

La impulsora de As Goletas hace hincapié en que cuentan con unas instalaciones modernas y acogedoras, de más de 80 metros cuadrados. Dispone de cocina separada del comedor, comedor, sala de estar con butacas individuales y zona de ocio con juegos y televisión, además de dos baños, uno con ducha y otro sin ella. «Los baños tuvimos que reformarlos porque la puerta tiene que tener 80 centímetros para que entre una silla de ruedas y le pusimos ducha», detalla. Además hay una zona verde con máquinas para hacer gimnasia y un parque para niños.

¿Cómo se financia este servicio? La Xunta, a través de la Consellería de Política Social, sufraga el acondicionamiento del establecimiento donde se va a situar la casa do maior con un máximo de 15.000 euros por centro, además de destinar 19.600 euros anuales para el funcionamiento diario de cada casa. «Estoy muy ilusionada, con ganas de empezar y de estar a la altura. Siempre me gustó estar con gente mayor, escucharlos y hacer que se sientan bien. Me encanta poder ayudar a los demás, a los que están solos», dice esta emprendedora.

En la provincia de Pontevedra habrá once servicios de conciliación en el rural

La promotora de la Casa do Maior As Goletas de Caldas no se olvida de José Luis, su marido, que fue, dice Ana María, «un apoyo fundamental en este reto laboral». Desde la Consellería de Política Social explican que la última orden de casas do maior permitió cuadriplicar la extensión de este servicio por Galicia, al pasar de 20 casas en funcionamiento a 88. Son centros que permiten dar un servicio de conciliación en el rural al ofrecer atención diurna durante ocho horas al día en concellos donde no existe centro de día.

Para los usuarios, que no pueden ser más de cinco por centro, la atención es 100 % gratuita. Para facilitar su gestión, la convocatoria contempla anticipos de las ayudas —un 80 % de los fondos para la adecuación del centro y un 100 % para su funcionamiento el primer año, y hasta el 75 % durante otros dos—. En esa última convocatoria se incluyeron novedades en el perfil del usuario, que ya no tiene que tener reconocida una dependencia como hasta ahora, sino que podrán beneficiarse personas autónomas. También se incrementarán los servicios al asumir los desplazamientos de las personas mayores desde y hacia estos centros. En estos casos, la Xunta ofrece a los promotores una ayuda de 5 euros por persona y día.

En la anterior convocatoria, en la provincia de Pontevedra había casas do maior en Pazos de Borbén (A Lavandeira) y Arbo (Sela). Las nuevas están en Agolada (O Pendello), Caldas de Reis (As Goletas), Dozón (O Fiadeiro), Moraña (Agarimo), Vila de Cruces (A Oliveira) y Vilanova de Arousa (San Miguel de Deiro, Tremoedo, Baión y Corón).