El embalse del Umia vuelve a teñirse de verde

Cristina Barral Diéguez
Cristina Barral CALDAS / LA VOZ

CALDAS DE REIS

Imagen aérea del embalse del Umia, en Caldas de Reis, tomada este miércoles, 15 de julio
Imagen aérea del embalse del Umia, en Caldas de Reis, tomada este miércoles, 15 de julio CEDIDA

Una imagen aérea muestra la presencia del alga Microcystis en la cola de la presa de A Baxe

16 jul 2020 . Actualizado a las 20:01 h.

El fenómeno natural se repite cada verano con más o menos intensidad. El pasado año el estado de alerta por cianobacterias en el embalse del Umia, en Caldas de Reis, se activó el 24 de junio. Este estío no hay alerta oficial, pero se desconocen los niveles actuales del alga. Los últimos datos colgados son de finales de junio. Hace unos días desde la Consellería de Infraestruturas se recordaba que el protocolo de alerta para su seguimiento se activa cuando se superan las 50.000 células de Microcystis por mililitro de agua. El 30 de junio había 250 células. El 6 de julio se recogieron nuevas muestras del agua, pero los resultados no se habían hecho públicos este jueves en la web. Pese a esas previsiones, una imagen aérea tomada este miércoles, 15 de julio, constata que la presa ya está verde en la cola. Las márgenes del Umia a su paso por Cuntis y Moraña, en la zona de A Pontenova, están de ese color. No así, en la presa, donde hay más profundidad. Desde el 2011 la Xunta mantiene un tratamiento con corteza de eucalipto sumergido en bolsas en la lámina de agua para combatir el aporte de nutrientes a la presa. 

¿Por qué se tiñe de verde el embalse? Las altas temperaturas y las horas de luz solar provocan la floración de esas algas. La presencia de cianobacterias en la presa de A Baxe se descubrió en el 2006 a raíz del vertido tóxico que provocó el incendio de Brenntag. Estas algas pueden llegar a producir, en determinadas circunstancias, neurotoxinas y hepatoxinas como la microcistina. En esos casos extremos sí puede haber riesgo grave para la salud con el baño o la ingesta de agua. Otro aspecto aparejado son los problemas y costes adicionales de depuración que el alga puede causar en los sistemas de la ETAP de Caldas, complicando el abastecimiento a la población.