«Para salvar Clesa hicimos todos un buen trabajo y lo hicimos bien»

Cristina Barral Diéguez
Cristina Barral CALDAS / LA VOZ

CALDAS DE REIS

Ramón Leiro

El exconcejal y exdiputado Jesús Goldar deja la política activa y cree que Fernando Pérez es la persona que necesita el partido

21 jun 2019 . Actualizado a las 20:27 h.

Jesús Goldar Güimil (Caldas de Reis, 1972) deja la política activa. El 28 de mayo presentaba su dimisión como presidente local del partido en Caldas al entender que corresponde a otras personas llevar la gestión. El exconcejal y exdiputado autonómico quiere recuperar el tiempo que no le dedicó a su familia, en especial a su hijo de 10 años, y cree que Fernando Pérez es la persona idónea para la nueva etapa.

-¿El suyo es un adiós definitivo de la primera línea o un hasta luego?

-Para una persona como es mi caso que llevo desde los 13 años metido en estas danzas, desde los 17 casi en primera línea, fui concejal y portavoz de mi grupo en Caldas durante 16 años, y parlamentario en la primera institución de Galicia creo que después de tanto tiempo y de que toca renovar obviamente es un paso atrás. En principio es una retirada. En política nunca se sabe si definitiva. A mí esto me gusta mucho, nadie me lo puede negar, pero es el momento de descansar y de dedicarme a cosas que no he podido en los últimos 25 años de mi vida.

-Hace poco más de dos años, en marzo del 2017, ganaba el congreso local y tomaba las riendas del partido. Usted no fue candidato, hubo una crisis interna... ¿Qué pasó?

-Realmente no sabría explicarlo. Yo atendí en aquel momento las peticiones que me hicieron afiliados de toda la vida, que creían que yo era una persona que podía sacar el partido adelante en un momento en el que habíamos tocado suelo con los resultados del 2015. El partido estaba desesperanzado y descorazonado y me vi en esa tesitura de retomar de nuevo la ilusión. Lógicamente las personas que me acompañaban tiene vidas profesionales y familiares que les exigían mucho tiempo, sumado a mis propias circunstancias personales, ya que estoy doce horas fuera de casa, hacían muy difícil el reto.

-Pero, ¿no pudo o no le dejaron hacer las cosas?

-Fue complicado. No es ni que no me dejaron ni que yo no hubiese podido. La suma de las circunstancias provocaron que obviamente no fuese capaz de asumir el reto. Es respetable, creo, la decisión de hablar con el presidente y decirle que obviamente no estaba en disposición de llevar el partido y de que buscaran a gente mejor.

-En la carta que dirigió a Alfonso Rueda afirma que Fernando Pérez es la persona idónea para tratar de conseguir el reto de una alcaldía que se le resiste al PP. ¿Por qué?

-Sí, estoy convencido de ello. Si no se alteran las circunstancias, me refiero a que no haya más listas dentro de cuatro años, yo conozco la capacidad de trabajo que tiene Fernando. Coincidí con él en el 2007 con el grupo independiente. En su primer intento bajo las siglas del PP consigue 2.225 votos, que es de los mejores resultados en Caldas en unas municipales. Trabajando con el equipo estoy convencido de que al siguiente intento lo conseguirá. Es una persona de probada virtud y de gran capacidad de trabajo, tanto profesional como político. Prepara muy bien los temas y se los toma muy en serio. Si no es así, cualquier otra opción descarrila, como hemos podido comprobar en Caldas en los últimos años. Me limité a desearle la mayor de las suertes del mundo porque va a ser también la de los vecinos de Caldas.

-Usted es de los que defiende la acción política con mayúsculas y huye de la confrontación. ¿Por qué eso ya no se lleva?

-Yo concibo la actividad política de ese modo. Así me lo enseñaron, así es mi forma de ser en la vida o trato de hacerlo. Escapo de los conflictos y me gusta poner paz donde hay desorden y así concebí yo siempre la política. Uno puede ser muy vehemente en sus posiciones, que es legítimo, pero hay una línea que no se debe traspasar, que es la de la falta de respeto, las formas... que en política no son todo pero son mucho, muchísimo. Hay que intentar siempre llegar a acuerdos, tender puentes donde no los hay... pensando siempre en el interés general. Si algo es bueno para sus vecinos da igual quien lo proponga. Lo importante es que se lleve a efecto. Esa fue mi forma de actuar siempre y probablemente así me ha ido en la vida política. La desafección de hoy de la gente es mucho por eso, están hartos del ‘y tú más’, el echar basura encima del otro. Eso no es política.

-¿Qué es lo mejor y lo peor que se lleva de la política?

-Lo peor seguramente algún momento en que vecinos me hayan podido pedir mi intervención o ayuda y, aún intentándolo, no he conseguido esos objetivos. También alguna situación desagradable que he vivido en esos 16 años, pero se me quedan adentro, no son para decir. Y lo mejor fue lo de Clesa. Salvar una situación dramática para tantas familias como sin duda vivimos en aquel entonces. El ponerse de acuerdo personas de ideologías tan distintas puede llegar a ayudar a que una empresa se salve. Hoy es un modelo, un buque insignia y cada vez que paso por allí siento algo en el corazón. Hicimos un buen trabajo todos y lo hicimos bien. Hay más de cien personas trabajando allí que llevan un sueldo a sus casas. Javier Guerra como conselleiro y Lola Ramos como presidenta del comité de empresa, todos los trabajadores y todos los políticos.

-Ya que cita a Javier Guerra. ¿Se irá usted con él a Ciudadanos?

-Ahora estoy en modo desconexión. Tengo un niño de 10 años al que le debo muchas horas. Cuando te dedicaste a esto una vez estás pendiente el resto de tu vida de las necesidades de la gente, sigo haciéndolo hoy a otro nivel. Pero el resto se irá viendo con el tiempo. No sabría qué contestar.

-Usted no estará en la corporación pero sí habrá otro Goldar Güimil, su hermano Carmelo...

-Como todos los hermanos, somos diferentes. Él también tiene recorrido político porque fue presidente de Nueva Generaciones cuando tenía veintipocos años en Caldas y estuvo en el aparato del partido. Es una vena que tiene ahí y le apetecía. Es mi hermano mayor y lo respeto mucho. Le deseo que le vaya bien, aunque no siguió mi consejo.