El equipo de gobierno del Concello de Caldas de Reis acusó este sábado a la Xunta de echar balones fuera respecto a la situación del embalse del Umia, en estado de alerta por la proliferación de cianobacterias. El portavoz del gobierno local, Manuel González (PSOE), calificó de «moi preocupante» el estado de la presa de A Baxe y sus consecuencias aguas abajo, y lamentó que por parte de la Administración autonómica «non se asuman as súas competencias». «Cando alteraron o leito do río cun encoro non lles importou o Concello, e cando fixeron probas coa cáscara de eucalipto tampouco precisaban do Concello. Entón teñen competencia para actuar no río», subrayó el concejal. El Ayuntamiento desveló que está asumiendo un 25 % más de gasto en productos para la depuración del agua con vistas a garantizar así el abastecimiento a los vecinos. Manuel González anunció una comparecencia del alcalde, Juan Manuel Rey, en los próximos días.
El BNG, contra Xunta y PSOE
Por su parte, el Bloque de Caldas repartió ayer las culpas de la situación que arrastra el embalse entre el PP y el PSOE. «Foi unha traizón consumada polo PP, que foi o ideólogo e construtor, pero tamén polo PSOE, que non dubidou en sumarse ao peche de comportas e subir á zódiac que surcou as augas do encoro», afirmó su portavoz, Manuel Fariña. Los nacionalistas cuestionaron que durante el festival PortAmérica, a principios de julio, no se advirtiera ya del estado de las aguas a la población. Sostienen que la actitud de la Xunta y del Concello de Caldas es «irresponsable» y «temeraria» y exigieron que se avance en una solución definitiva al problema medioambiental y de salud pública que afecta a varios municipios.