Cesáreo, vecino de Ons, para ir a votar: «Aquí non hai mesa nin carteiro, fun na lancha a Bueu»

Marcos Gago Otero
marcos gago BUEU / LA VOZ

BUEU

Cesáreo, vecino de Ons, en una imagen de archivo
Cesáreo, vecino de Ons, en una imagen de archivo VÍTOR MEJUTO

Los vecinos empadronados en la isla tienen que desplazarse hasta el colegio electoral de Beluso para emitir sus sufragios

04 jun 2023 . Actualizado a las 09:36 h.

Votar es fácil para la mayoría de los urbanitas, que suelen tener el colegio electoral a relativamente cerca de su vivienda. Es algo más complicado para muchos de los vecinos del rural, que se tienen que desplazar en coche para poder hacerlo,pero quizás el caso más singular esa el de los vecinos de Ons, que se tienen que subir a un barco, cruzar la ría, subirse a un coche al llegar al puerto y conducir unos diez minutos antes de poder llegar a su urna. Y lo que es más, en el enclave insular no cabe la opción de votar por correo, sencillamente porque no llegan las cartas a la isla, ni ordinarias ni certificadas.

Cesáreo, nacido en 1942, es uno de los últimos residentes de todo el año en Ons. Isleño de pura cepa, Cesáreo está empadronado en la isla, donde tiene casa, como unos sesenta vecinos más, aunque la mayoría vivan gran parte del año en el continente. Él es uno de los pocos gallegos que, el pasado domingo, tuvo que subirse a un barco de pasaje para poder emitir su sufragio.

En toda su vida no recuerda haber visto nunca un colegio electoral en Ons. Siempre fueron a Beluso. Ni siquiera lo hubo en los años setenta cuando, ya vuelta la democracia a España, la isla todavía tenía un número apreciable de vecinos. A lo máximo que se le podría parecer disponer de una Administración pública en este enclave fue cuando era niño, «que viñeron á escola para facernos os carnés a todos».

¿Y para votar? Se lo toma con naturalidad. A eso de subirse a un barco para ir y volver no le ve nada especial, ni obstáculo para poder participar en los comicios.

El 28M, como la gran parte de las convocatorias electorales que ha vivido, lo encontró en su isla. Como en tantas otras ocasiones, decidió emitir su voto y se organizó para que fuese lo más práctico y rápido posible.

«Fun na lancha pola tarde», resalta. En el puerto de Bueu lo esperaba uno de sus hijos, lo llevó en coche hasta la Casa do Pobo de Beluso y allí logró, tras cruzar tierra y mar, votar.

No fue el único isleño que lo hizo así, aunque muchos, que todavía no se habían mudado a la isla para pasar el verano, lo tuvieron más fácil al encontrarse en Bueu o Beluso para acercarse a la urna de la Casa do Pobo. «Algún máis ca min foi a votar desde aquí», comenta.

A Cesáreo no se le ocurrió votar por correo, porque a fin de cuentas iba a tener que hacer lo mismo que para votar en persona. «Non fixen o voto por correo porque aquí correo non temos», explica. «Antes o correo o traían na lancha, pero agora hai que ir ata Bueu», añade. De hecho, ningún barco de pasaje está autorizado para transportar ni urna ni voto postal, por lo que a Cesáreo, que va a Bueu muy poco, no se le pasó por la cabeza la opción.

«Aquí non hai mesa, nin carteiro por iso fun na lancha a Bueu», precisa. Lo explica con total normalidad, convencido de que quien quiera votar, se las arreglará para hacerlo. En Bueu, la abstención el 28M fue del 37,29 %, pero ni todos esos vecinos estaban en ese día en la isla, ni todos estaban empadronados en Ons.