Saltan a las rocas tras encallar su barco cerca de cabo Udra, en Bueu

m. h. / l. p. PONTEVEDRA / LA VOZ

BUEU

Ramón Leiro

A la embarcación, llamada Petrel, de Portonovo, se le paró el motor tras enredarse un cabo en la hélice

30 ene 2019 . Actualizado a las 10:05 h.

Bueu, como todos los pueblos costeros, es de esos lugares acostumbrados a los sustos que siempre da el mar. Por eso, ayer, solo unos minutos después de que la embarcación Petrel tuviese problemas cerca del cabo Udra, los teléfonos no paraban de sonar para tratar de confirmar que la tripulación estaba a salvo. Y, sí, lo estaba. Los dos ocupantes de este barco, procedente de Portonovo, lograron saltar a las rocas y salir ilesos pese a que su barco encalló en las piedras.

Tal y como explicó Salvamento Marítimo, todo ocurrió sobre las once de la mañana. A esa hora, les llegó un aviso de que había dos tripulantes en unas rocas y que su embarcación, de unos siete metros de eslora, estaba parcialmente hundida. Se puso en marcha entonces un dispositivo por si fuese necesario rescatarlos. Pero ninguno de los dos estaba herido, únicamente tenían mucho frío. Al parecer, salieron de Portonovo con el Petrel con la intención de ir a capturar erizo -se trata de un barco de artes específicas, que coge navaja o erizo, entre otras especies-. A bordo iba el patrón y otro tripulante.

Según explicaron desde Salvamento Marítimo y desde el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, lo que les ocurrió fue que un cabo se enredó en la hélice y se quedaron sin motor. La embarcación a la deriva acabó encallando contra unas rocas cerca de la playa de Ancoradouro (Bueu).

Ambos tripulantes lograron saltar a las rocas e incluso comenzar a organizar desde allí las maniobras para tratar de salvar el barco. Pero, por lo que parece, los esfuerzos fueron en vano. Así lo contaba unas horas más tarde el patrón mayor de Portonovo, Juan José Besada: «Logrei falar co patrón e díxome que non se puidera facer nada, que finalmente foi ao fondo».

El patrón mayor de Bueu señaló que el barco encalló en una zona adscrita a la cofradía buenense que, en un día de mal tiempo, «se tes un problema co motor pode botarte tranquilamente contra as pedras, que seguramente foi o que lles pasou». El veterano dirigente del pósito señaló también: «É unha pena que pasen estas cousas pero estes sustos ocorren de cando en vez no mar».