Segundo Rodríguez: «Los casos de intrusismo profesional son muy puntuales»

BUEU

cedida

El representante de los dentistas reconoce que ha tenido que atender casos de pacientes derivados por malas praxis

13 ene 2019 . Actualizado a las 14:24 h.

Tras trascender la condena a un protésico dental de Bueu por intrusismo profesional, Segundo Rodríguez Grandío, presidente del Colegio de Dentistas de Pontevedra y Ourense, deja claro que «son casos muy puntuales. La mayoría de los protésicos saben lo que tienen que hacer, conocen sus competencias. En Galicia tenemos la suerte de que no hay demasiados casos, sí hay otros puntos de España donde la incidencia es muy alta, sobre todo en la parte del sur, en Andalucía y Extremadura».

-En todo caso, resulta llamativo.

-Sí, y la población tiene que estar enterada. Nuestro deber como Colegio es, primero, defender a los profesionales que están autorizados legalmente y, luego, velar por el bien de la salud. Tenemos que proteger la salud de los pacientes y ver qué puede entrañar que una persona vaya a un sitios de estos.

-¿De qué riesgos estamos hablando?

-Pues hay riesgo de infecciones, de hemorragias, pueden surgir toda clase de patologías, incluso, cánceres... Por no hablar de la transmisión de enfermedades, como la hepatitis o sida, y hubo algún caso en el que se produjo un fallecimiento. Es algo que la gente tiene que saber.

-¿Cómo se debe actuar?

-Ante la mínima duda, qué llamen al colegio que para eso estamos. Le podemos informar perfectamente de si el profesional está colegiado o no. La ley limita muy bien las funciones.

-Pero, ¿en qué se tiene que fijar un usuario al acudir a una clínica dental?

-Por una normativa de la Consellería de Sanidade, todas las clínicas tienen que tener en el exterior una placa con el número de registro sanitario. Esto significa que ha pasado una inspección de la Administración sanitaria. Ese número es obligatorio en todas las clínicas. El 99,5 % de las clínicas dentales que se muestran de cara al exterior son legales, incluso, si por cualquier motivo no disponen o se han olvidado de la chapita en el exterior. Creo que la gente es consciente cuando va a un protésico y cuando va a un dentista, pero hay quien acude a determinadas personas no autorizadas porque piensa que es más barato y, al final, les va a salir mucho más caro.

-En relación con esto último, y por su experiencia profesional personal, ¿le ha llegado algún caso derivado de una mala praxis por intrusismo?

-Sí, claro. Recuerdo que no hace muchos años a un chico le estaba haciendo un tratamiento de ortodoncia un protésico dental que no tenía ni idea. Tenía una de esas gomas que se usan para mover las piezas dentales incrustada debajo de una encía. Tenía una infección tremenda. En otro caso, a otro joven le hicieron una mala praxis y, como consecuencia de una infección, perdió los cuatro incisivos superiores. Son casos puntuales. Hay que comprender también que hay casos que se remontan a treinta o cuarenta años... También hace doscientos años los barberos eran los que hacían de dentistas, eran los que realizaban las extracciones, porque apenas había dentistas.

-¿Se puede estar tranquilo?

-Sí. Todo está muy regularizado. Nosotros no tenemos nada en contra de los protésicos. Al revés, los necesitamos porque si no como voy a hacer las prótesis pero cada uno tiene su competencia que está muy bien reflejada en la ley. Hablamos de protésicos, pero de vez en cuando puede ser un higienista, aunque estos sí tienen una pequeña opción a la hora de trabajar en la boca de un paciente en prevención y tratamientos paliativos mínimos, pero siempre supervisados por un dentista.