Las musas inspiran en Bueu obras para la ONU

Marcos Gago Otero
marcos gago BUEU / LA VOZ

BUEU

Ramón Leiro

El artista supervisará un taller infantil por el 70 aniversario de la Declaración los Derechos Humanos

15 sep 2018 . Actualizado a las 08:46 h.

Cristóbal Gabarrón (Mulas, Murcia, 1945) se confiesa admirador sin reservas de la belleza natural de Beluso y la ensenada de Bueu. Tan bien se siente en este entorno que compró en 1997 una casa, donde pasa largas temporadas estivales en el vial de acceso a la playa de Beluso y en un entorno desde donde se domina una amplia extensión de mar, surcado por bateas y barcos, y con el puerto de Bueu de telón de fondo. Gabarrón es un artista polifacético, con un currículo de esos que impresiona. Ha trabajado para Naciones Unidas, tres Olimpiadas y la Expo’92. En unos días supervisará en Bueu un taller infantil de pintura para que los pequeños realicen sus propuestas a la hora de concurrir a un concurso internacional con motivo del 70 aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos. Gabarrón se siente como en su casa en Bueu, una localidad en la que encuentra esa inspiración artística, que los griegos atribuían a las musas y que ligaban indisolublemente al proceso creativo.

«Bueu es uno de los sitios donde obtengo paz, tranquilidad y el estado emocional muy necesario para la creación», relata desde su casa de Beluso, a la que se accede por un portalón esculpido, curiosamente la única pieza de arte propia que exhibe en esta propiedad. Para este artista, este pequeño rincón de la costa gallega, es una inconmensurable obra maestra. «Aquí es importante destacar que la naturaleza es sofisticada. Estamos en un medio rural, que conserva su forma natural, casi sin manipular por el hombre, y eso es lo que me parece de lo más sofisticado que hay», sostiene. «En este paisaje tenemos el mar con una gran cantidad de diferencias de colores que van cambiando en cada momento, con unas personas como son los gallegos absolutamente amables y, además, cerca de todo, porque aquí está a media hora del areopuerto de Vigo y a poco más de Santiago», indica.

Llegó a conocer Bueu por unos amigos. No era la primera vez que visitaba las tierras morranceses, porque cuando era joven, expuso en Pontevedra y le llevaron a conocer los alrededores. Sin embargo, algo pasó en 1997, cuando el encanto de la comarca se posesionó de él y optó por venirse a vivir aquí. Empece a venir con mis amigos, que me mostraron Galicia entera, pero dentro de Galicia lo que más me impresionó es Beluso».

Cuando no está en su vivienda buenense, Gabarrón está trabajando en alguno de sus talleres o dirigiendo exposiciones o muestras por medio mundo. Puede pasar más inadvertido tomando un café en las terrazas de la localidad, pero sus obras están dando literalmente la vuelta al mundo. Por ejemplo, con motivo del 70 aniversario de las Naciones Unidas, hizo un muestra de trabajos que se expuso en Central Park en Nueva York. Estas piezas conforman una exposición itinerante que se está viendo en las grandes urbes del mundo. Sin ir más lejos, el próximo 24 de octubre, le toca el turno a Bruselas, en Bélgica.

El 10 de diciembre inaugurará una exposición de 30 obras que representan otros tantos Derechos Humanos. Es un proyecto para Naciones Unidas. Es uno de esos encargos de avalan la calidad del trabajo de Gabarrón, que también ha hecho piezas para infinidad de instituciones y clientes privados. Solo en los Juegos Olímpicos se han podido ver piezas suyas en Nagano, Atlanta y Barcelona. Y es, precisamente en Beluso, donde este artista internacional encuentra su inspiración. «Creo que aquí tengo tranquilidad, no hay ruidos, la visión es limpia, y establezco perfectamente un diálogo con mi creación».

Motivación del talento

Este año es especial para Gabarrón, no solo por la exposición de diciembre, sino porque también apoyará a los pequeños artistas buenenses, a los niños. Será de la mano de un taller de pintura, en colaboración con el Concello y la asociación de vecinos de A Banda do Río. Será el día 29, en el astillero de ribeira de este mismo barrio y estará destinado a los niños de diez a catorce años.

El concurso de pintura versará sobre los Derechos Humanos, siguiendo unas instrucciones de una competición pictórica a nivel mundial. «Yo creo mucho en los talleres en general para transmitir diálogos y preparar a los niños en el mundo del arte. Ese es nuestro futuro», relata.

Los participantes de este taller tendrán que elegir uno de esos Derechos Humanos y plasmar su interpretación sobre el mismo en una obra. El papel de Gabarrón será ayudar a estos jóvenes a expresar en sus piezas las ideas que les vayan surgiendo. Todas las obras se expondrán en Bueu y las mejores se enviarán para su calificación, por vía telemática, a un jurado internacional. Quien sabe si cuando se fallen los resultados, alguna propuesta surgida en tierras de O Morrazo logra dar el salto y conseguir un puesto en ese exigente palmarés artístico. Habrá que esperar unos meses más y que Bueu también inspire a sus jóvenes artistas.