El visitante siberiano de Bueu

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

BUEU

JOSÉ RAMÓN GÓMEZ

El hallazgo de pájaros en O Morrazo del lejano norte europeo, Asia central y el norte de África sorprende a los ornitólogos

08 ene 2017 . Actualizado a las 08:50 h.

Punto de partida: Asia Central o Siberia. Destino: el centro urbano de Bueu. Por el medio, entre cinco y seis mil kilómetros de vuelo, toda una proeza para un pequeño pájaro, la bisbita de Richard (Anthus richardii), tan raro en Galicia que solo los ornitólogos saben de su existencia. Muchos especialistas gallegos, probablemente, no hayan visto ninguno con sus propios ojos sobrevolando las Rías Baixas. Este pájaro es posible verlo, con mucha suerte, en A Mariña, en el norte de Galicia, pero sobran los dedos de una mano para contabilizar las veces que se ha registrado en el entorno pontevedrés. En once años, solo se ha localizado en cuatro ocasiones, y la última lo fue en el parque de As Lagoas, en el mismo centro urbano de Bueu. Las obras veces fue en punta Balea y las dunas de Nerga, en Cangas, así como en cabo Udra, en Bueu.

La estancia de la bisbita de Richard en Galicia está consideraba una rareza. Es decir, se trata de una especie que no es invasora ni tampoco ha sido importada ni liberada artificialmente por el hombre. Su llegada a las costas pontevedresas se debe a viajes ocasionales y su estancia es esporádica. Por esta razón, figurará en el registro que las organizaciones científicas guardan sobre esta clase de avistamientos.

José Ramón Gómez, colaborador de la Sociedad Española de Ornitología (SEO /Birdlife) y de la Sociedade Galega de Ornitoloxía, indicó que ni se imaginaba que iba a encontrarse con este esquivo pájaro paseándose tan pancho por un jardín urbano cerca del río Bispo. La bisbita vive en el centro de Siberia e hiberna en India, Pakistán y otros lugares del centro asiático. Suele ser un ave «muy asustadiza», pero en esta ocasión, se dejó fotografiar, coqueta, ante la cámara de Gómez, que le hizo cuantas instantáneas fue capaz antes de que alzase el vuelo otra vez.

Del ave del frío a otra del calor

La contrapartida de la estancia de la bisbita de Richard en la ría de Pontevedra la puso un ejemplar de una especie que vive en un hábitat completamente opuesto. Se trata de la collalba desértica (Oenanthe deserti), un pájaro más propio del norte de África y de Oriente Medio que del litoral gallego. Apareció en las costas pontevedresas dos semanas antes del avistamiento de la bisbita en el parque buenense. Gómez la fotografió en la playa de Vilariño, en Cangas. Era una hembra que pasó un día en ese lugar antes de continuar su ruta con destino desconocido, quizás de regreso al sur.

Esta es, en opinión del colaborador de la SEO /Birdlife, una rareza todavía mayor que la presencia de la bisbita de Richard, porque sus citas en España son escasas. En toda Galicia solo hay ocho avistamientos y siete fueron en la provincia de A Coruña. El ejemplar que se paseó por la playa de la ría de Aldán se trató del primero que se posó en la comarca y que fue reconocible por un especialista.

Estos dos pájaros fueron el broche de oro de un 2016 que atrajo la atención de los aficionados a la ornitología en abril, cuando se detectó también en cabo Udra otra especie muy rara, el escribano nival. Este es un pájaro de color blanco que cría en el lejano Ártico y habita en Escandinavia. Muchos ornitólogos se acercaron hasta Bueu solo para hacer una foto propia. Como un turista más, el escribano nival descansó en la ría durante una semana antes de irse otra vez rumbo norte.

Con estos resultados, el año pasado fue un período prolífico para la observación de pájaros poco frecuentes en la ría de Pontevedra. Ahora está el reto de ver qué depara el 2017.

Una colonia urbana de avión en Sanxenxo

Los balcones de un edificio de la praza dos Barcos, en frente marítimo de Sanxenxo y a escasos metros del Concello y de la playa de Silgar, dan cobijo a una de las últimas colonias urbanas de avión común. El portavoz de la SEO /Birdlife, Gustavo Ferreiro, explicó que la colonia de Sanxenxo, junto con otra similar en Portonovo, es casi el último reducto de esta especie en los cascos urbanos de la ría pontevedresa.

Este es el segundo año que la Sociedad Española de Ornitología se preocupa por el bienestar de esta colonia desde su descubrimiento por los especialistas. Con la colaboración de los vecinos, que han respetado los frágiles nidos de palitos y barro de estas pequeñas aves, los aviones comunes pudieron construir 19 nidos. Gustavo Ferreiro manifestó su satisfacción porque las parejas pudieron ocupar todos los nidos y sacaron adelante polluelos en todos ellos. La existencia de esta colonia en Os Barcos, asimismo, avala las buenas condiciones ambientales del ecosistema de Sanxenxo.