Barreiro dice que sería «una irresponsabilidad» plantearse la adquisición El alcalde de Bueu descartó ayer que el Concello vaya a estudiar la compra del Pazo do Casal, como había sugerido la Asociación Cultural de Meiro. Tomás Barreiro aseguró que el gobieron local tiene otras prioridades y que sería «una irresponsabilidad» por su parte plantearse siquiera tal adquisición.
13 jun 2002 . Actualizado a las 07:00 h.El regidor popular quiso dejar claro, no obstante, que la propuesta de la presidenta de la Asociación Cultural de Meiro, María Victoira Martínez, es «una idea brillantísima». «Pero una cosa es el deseo del Concello y otra muy distinta la realidad -subrayó Tomás Barreiro-. Económicamente no tenemos esas posibilidades porque estamos hablando de millones y de un edificio muy bien situado con seis mil metros de terreno». El alcalde afirmó que el Ayuntamiento de Bueu tiene problemas para hacer frente a los gastos corrientes y para acometer «obras mínimas», por lo que entre sus objetivos no se encuentra la compra de la popularmente conocida como Casa dos Picos. Tomás Barreiro admitió, no obstante, desconocer el precio de venta del pazo. «Decir que el equipo de gobierno va a estudiar esa iniciativa sería fantasmear cuando tenemos problemas para comprar terrenos para ofertar zonas de enseñanza o deportivas u otro tipo de actuaciones que son prioritarias -subrayó-. Creo que sería una irresponsabilidad por mi parte meterme en esa operación cuando no soy capaz de darle servicios necesarios a los vecinos». En cuanto a las sugerencias del colectivo de Meiro para hacer frente a la financiación -iniciativa Proder o negociación con promotores vía convenios urbanísticos-, el regidor popular se mostró escéptico. «Nosotros también estamos ahora con la iniciativa Proder y otras parecidas en el museo de Alonso y en el aula de Cabo Udra, pero en este tipo de programas el Concello tiene que aportar una parte, participar con un tanto por ciento, por lo que hoy por hoy no hay posibilidades económicas». El alcalde dejó, sin embargo, una puerta abierta si el año que viene la situación del Ayuntamiento «es más cómoda y nos podemos permitir ese lujo».