Barro quiere frenar su fatídico verano

maría hermida m.h. BARRO / LA VOZMARÍN / LA VOZ

BARRO

CEDIDA

Los accidentes mortales registrados llevan al Concello a pedir el calmado del tráfico

08 ago 2018 . Actualizado a las 09:22 h.

La estadística es escalofriante. En solo seis días Barro registró dos muertes sobre el asfalto, una en la carretera N-550 y otra en la PO-226, la que va de Porráns a Moraña. Además, en la vecina parroquia de Cerponzóns también se produjo otro accidente mortal solo unas horas antes del de Barro. «Vaia verán de malas noticias neste municipio tan pequeno», lamentaba un paisano en San Antoniño. Más allá de la pesadumbre, en el Concello, aunque reconocen que los siniestros se produjeron en sitios que teóricamente no son puntos negros, creen que estas tragedias deberían servir para que se tomasen medidas que lleven al calmado del tráfico. Desde el Ayuntamiento demandan mejoras de seguridad vial tanto en la N-550 como en la carretera de Porráns.

Empecemos por la N-550. Se registraron dos accidentes mortales en el mismo tramo, el de Pontevedra a Barro, con tres días de diferencia. En medio, en ese mismo lugar, también hubo otro siniestro, en el que un coche colisionó contra un camión que estaba estacionado. Sin entrar en los motivos de los accidentes y ni siquiera hablar de esos sitios concretos, el Concello de Barro considera que hay puntos de la N-550 a su paso por el municipio donde se podrían mejorar las intersecciones y, de paso, calmar la velocidad. Por ejemplo, propone hacer una rotonda que dé seguridad al cruce de la carretera de A Portela con la N-550, que ahora mismo es una intersección endiablada por la que, además, pasa un volumen considerable de tráfico pesado. «Ese cruce é perigoso e unha rotonda cumpriría dúas funcións, unha a de mellorar a seguridade nese punto e outra a de calmar o tráfico na entrada de San Antoniño. Cunha glorieta aí os coches chegarían moito máis a modo ao casco urbano», indicó el alcalde de Barro, Xosé Manuel Fernández Abraldes.

Su homólogo en Caldas, Juan Manuel Rey, también cree que la N-550 necesita mejoras de seguridad. En su caso habla, sobre todo, de peatones. Recuerda que en Carracedo hay dos puntos donde los peregrinos cruzan la carretera nacional para dar continuidad al Camino de Santiago. «Necesitamos unha alternativa porque non é seguro cruzar por aí e tememos que haxa accidentes graves. Pedimos ou pasos elevados ou que se calme o tráfico dalgunha outra maneira», señala el mandatario caldense. Rey también cree que Fomento debería construir aceras desde la salida del casco urbano caldense hasta Tivo para, de igual manera, proteger a los peatones que caminan a orillas de la carretera N-550.

¿Y qué ocurre con el vial que va desde Barro a Moraña, por Porráns -un trazado de titularidad autonómica-, donde se produjo también un accidente mortal? En este caso, el Concello de Barro cree que deberían hacerse al menos dos mejoras. Por una parte, se reclama una solución mejor para el entronque del vial de Porráns con la N-550. Luego, Fernández Abraldes cree que sería una buena opción calmar el tráfico, quizás poniendo lombos que sí o sí hagan que los conductores quiten el pie del acelerador. «A Deputación púxoos nalgunha estrada do noso municipio, mesmamente tras peticións veciñais, e logrouse moderar a velocidade. Pode que aí se puidera facer o mesmo», señala el alcalde de Barro.

Un tramo «malísimo»

La carretera autonómica de Porráns también pasa por los términos municipales de Moraña y Cuntis. ¿Qué dicen los alcaldes al respecto de este trazado? Desde Moraña, Luisa Piñeiro señala: «No noso caso xa temos lombos na entrada a Santa Lucía e redución de velocidade un pouco antes, co cal penso que temos xa calmado o tráfico». Por su parte, el regidor de Cuntis, el socialista Manuel Campos, habla en la misma línea que Fernández Abraldes. Indica que le parecería correcto que se optase por la colocación de lombos y señala que hay un tramo especialmente peligroso en este vial. Se refiere a los kilómetros que van desde el cruce con la N-640 al límite con el municipio morañés, sobre todo en la zona del puente Taboada, en el río Umia. De ahí que también reclame más seguridad.