Los equilibrios de un cura del rural para atender a 9 parroquias dispersas

Marcos Gago Otero
marcos gago A LAMA / LA VOZ

A LAMA

David Dosantos es sacerdote en A Lama y otras ocho parroquias y tiene 38 años
David Dosantos es sacerdote en A Lama y otras ocho parroquias y tiene 38 años Ramón Leiro

David Dosantos reparte su actividad diaria entre A Lama y Ponte Caldelas

26 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

David Dosantos no es un sacerdote católico al uso. Es joven —38 años— y esto resalta cuando se compara con la media de edad de su profesión en la comarca. En segundo lugar, desde otoño bajo su responsabilidad pastoral se encuentran nueva parroquias de los concellos de A Lama y Ponte Caldelas: A Lama, Xesta, Xende, Seixido, Gaxate, Antas, Forzáns, Barbudo y Anceu. Está al cargo de la primera unidad pastoral de la comarca de Pontevedra, una reestructuración forzada por la escasez de curas. «Se trata de adaptarse a los tiempos para ofrecer un servicio religioso ajustado a la realidad». En este caso se trata de una serie de parroquias que se agrupan, sin perder su identidad y libros de registro propios, pero que pasaron a estar atendidas por un único sacerdote.

La decisión de crear esta unidad pastoral partió del obispo de Tui-Vigo, diócesis a la que pertenecen las parroquias citadas. Dosantos admite que se trata de un ejercicio de pragmatismo por parte de sus superiores eclesiásticos. Hay pocos curas y estas parroquias, pequeñas en cuanto al número de fieles y con una población que tiende a ser de avanzada edad, son susceptibles de esta especie de unión. De otra forma no podrían atenderse. «Lo ideal no es, pero antes había dos circunstancias que ahora no se dan, porque en las parroquias había muchos curas y mucha gente, pero ahora eso en el rural no existe. Es la necesidad la que va motivando que se den estos pasos».

Como responsable de un ámbito tan extenso, la atención pastoral requiere que «queme mucho el coche» para moverse entre las aldeas. «Uno ya se va organizando cada día y cuando, por ejemplo, sabes que tienes una misa en Xesta y te pide una persona una en Seixido, se ajusta el día, para no andar de un lado a otro».

A Dosantos le ha tocado la implantación de este sistema, que implica la reorganización de las misas. Apunta: «Para adaptarnos a las nuevas circunstancias vamos por etapas, poco a poco. Antes cuando yo llevaba unas parroquias y las otras las llevaba otro cura, todas tenían celebración el domingo. ¿Qué hicimos? Nos vamos adaptando. Las parroquias que tienen menos asistencia pasaron a tener la celebración al sábado por la tarde, que tienen la misma liturgia que el domingo». Nunca lo ha multado la Guardia Civil, porque el vino que se bebe en misa «es poco».

Aparte de los cambios de horarios, se han realizado oficios comunes, con A Lama, la más grande como eje. A los que vienen de las parroquias pequeñas les gusta, porque hay más gente y refuerza el sentimiento de comunidad.

«En estos meses ya se hicieron celebraciones conjuntas en A Lama por el 1 de noviembre», indica. Quizás más delicado sea la cuestión de las misas de cabo de año del 2 de noviembre, día de Todos los Difuntos, pero Dosantos logró realizarlos cada uno en su propio templo, como siempre. «Los funerales de año, por Difuntos, se hicieron cada uno en su parroquia, fue un día entero, me llevó todo el día, pero se hizo».

David Dosantos, sacerdote responsable de la unidad pastoral del Verdugo, en la iglesia de A Lama
David Dosantos, sacerdote responsable de la unidad pastoral del Verdugo, en la iglesia de A Lama Ramón Leiro

Los fieles se van empezado a acostumbrar y cuando hay algún oficio que se salga de la rutina, se ajusta. «Los entierros y los funerales son aparte, cada uno en su parroquia. Nos ayudan mucho las redes sociales, lo anunciamos en la página de Facebook de la unidad pastoral del Verdugo», resalta. «Los bautizos, si pueden coincidir con la misa se hacen entonces y si no se celebran el sábado por la mañana». Con las bodas, pasa lo mismo.

Para las confirmaciones, se oficia una celebración conjunta en A Lama como ya se hace desde hace muchos años, mientras que para la preparación para la primera comunión de los niños, «se involucra mucho a los padres porque hay un catecismo básico, a base de preguntas y respuestas».