Exigen desde la prisión de A Lama la dimisión del secretario general de Instituciones Penitenciarias

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

A LAMA

CEDIDA

Funcionarios de la prisión de A Lama se movilizan contra la inseguridad el mismo día que se conoce una nueva condena a un recluso por agredir a dos trabajadores

30 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Varias decenas de funcionarios del centro penitenciario de A Lama secundaron este viernes la convocatoria Acaip-UGT y CSIF y se movilizaron a las puertas del penal pontevedrés para denunciar la situación de inseguridad que se vive. En la protesta, que contó con el apoyo de CC. OO., CIG, ATP, TAMPM (Tu Abandono Me Puede Matar), se exigió la dimisión de Ángel Luis Ortiz, secretario general de Instituciones Penitenciarias, al que señalan como responsable último de lo que está ocurriendo.

Los convocantes explicaron que, si bien el detonante de esta concentración que se desarrolló simultáneamente en el resto de cárceles gallegas y españolas, fue la brutal acometida que un jefe de servicio del penal de Cuenca padeció hace escasos días por parte de un preso que ya había protagonizado incidentes con anterioridad. Es por ello que las centrales sindicales de A Lama quisieron dejar patente su «hartazgo por la dejadez de funciones del secretario general de Instituciones Penitenciarias para poner solución a este grave problema de las agresiones a trabajadores que se acumula en las prisiones españolas».

Se da la circunstancia de que la movilización de este viernes coincidió en el tiempo con una sentencia que impone seis meses de prisión por atentado y el pago de dos multas de 120 euros por lesiones leves a un interno de la cárcel de A Lama que protagonizó un incidente el 20 de mayo de hace dos años. Aquel día, tres funcionarios acudieron a la celda de este recluso y le indicaron que cogiese su colchón a lo que este reaccionó levantando los puños y adoptando una posición de pugilista.

«Os voy a reventar»

De esta guisa, «comenzou a amagar con golpear aos funcionarios, ao tempo que lles dicíaos voy a reventar'». La situación permaneció así hasta que, en un momento dado, intentó golpear a uno de los trabajadores, quien logró esquivar el puñetazo.

Fue entonces cuando los empleados públicos lo agarraron, produciéndose un forcejeo, una situación que determinó que tuviesen que intervenir más integrantes de la plantilla de A Lama. Como consecuencia de estos hechos, dos trabajadores sufrieron lesiones.