La corporación de Campo Lameiro es la más femenina y la de A Lama la que menos
02 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Que las mujeres sean visibles; que ocupen puestos de relevancia; que estén representadas en los foros donde se toman decisiones. Y, por supuesto, que se rompan todos y cada uno de los techos de cristal. Los propósitos del 8M, esos mismos objetivos que el feminismo reivindica todo el año, siguen chocando con tantas y tantas realidades. Una de ellas es la representación municipal. Las mujeres volverán a ser minoría en las corporaciones de la comarca de Pontevedra. Hay diez concellos donde el porcentaje de edilas no llegará al 50 % frente a solo cinco -y casi todos pequeños municipios- donde sí hay más mujeres que hombres concejales. Eso, por no hablar del asunto de la alcaldía. En Barro, Bueu, Caldas, Campo Lameiro, Cerdedo-Cotobade, Cuntis, A Lama, Marín, Moraña, Poio, Pontevedra, Ponte Caldelas, Portas, Sanxenxo y Vilaboa se prevé que haya dos alcaldesas por nada menos que trece regidores.
Por relevancia poblacional, hay que hablar primero de Pontevedra capital. Y las cifras son de sonrojo. No solo no hay ninguna mujer que fuese cabeza de lista, sino que de los 25 concejales únicamente diez serán mujeres. Cinco de ellas pertenecen al BNG, tres al PP y dos al PSOE. Lo único positivo, si es que pudiese considerarse así, es que al menos no se da un paso atrás y en la nueva corporación hay el mismo número de edilas que en la de los últimos cuatro años.
En la comarca hay municipios donde la situación es bastante peor. El caso más extremo es el de A Lama, donde únicamente habrá una edila entre diez hombres. También tiene ratios de sonrojo Barro -tres mujeres frente a ocho hombres-, Ponte Caldelas y Cotobade -con cinco féminas por ocho varones-.
Marín y Portas, a destacar
En el otro lado de la balanza están los cinco municipios donde las mujeres sí logran ser mayoría en la corporación. Es el caso de Campo Lameiro -el término que tiene el porcentaje más elevado de féminas-, Bueu, Marín, Portas y Vilaboa. Mención aparte merecen Marín y Moraña, porque además de tener una corporación con más peso femenino que masculino también contarán de nuevo con alcaldesas, María Ramallo y Luisa Piñeiro, respectivamente, ambas del PP.
Por partidos, en números absolutos es el PP el que tendrá el mayor número de mujeres sentadas en los sillones municipales -los conservadores contarán con 42 concejalas en los citados municipios de la comarca- frente a las 26 edilas del PSOE y las 18 del BNG. Pero hay que recordar que los conservadores también son los que más actas de concejal tienen, ya que les votaron 45.000 personas frente a las 29.029 que dieron su apoyo al BNG o las 22.009 que apostaron por la papeleta socialista. Teniendo en cuenta esa circunstancia sale mal parado el BNG, porque siendo la segunda fuerza tiene menos mujeres en la corporación que los del puño y la rosa. La situación demuestra que, pese a las listas paritarias, queda un trecho para que en gobiernos y oposiciones están presentes por igual los dos géneros. Quizás dentro de cuatro años. O no.