La Xunta insiste en la prevención y no en las batidas como medio para controlar al lobo

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

A LAMA

CEDIDA

Ganaderos de A Lama advirtieron de la proliferación de ataques este mes en O Suído

22 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La Consellería de Medio Ambiente entiende que las «medidas preventivas» son la mejor solución para controlar los ataques del lobo al ganado en los montes de la provincia, frente a las batidas propuestas hace unos días por ganaderos afectados en la sierra de O Suído (A Lama) y la Federación Provincial de Cazadores para proteger la cabaña mostrenca.

Los ganadores se lamentan de que sufren pérdidas constantes por causa del lobo, con una especial virulencia a principios de este mes, donde han detectado agresiones diarias a vacas y terneros en el monte, especialmente en la parroquia de Xesta. Estos últimos días han remitido bastante las agresiones al ganado vacuno, pero según los vecinos se debe a que los depredadores se están ahora concentrando en los potros y que, como los equinos tienen poco valor, no se están produciendo denuncias oficiales.

Desde la federación de caza precisan, por su parte, que este problema no se está produciendo solo en A Lama, sino que hay alertas por ataques a ganado hasta en el entorno de la capital, como los montes de Viascón, en el municipio de Cerdedo-Cotobade, hace tres semanas.

Entienden los cazadores, eso sí, que en O Suído el problema es más grave y por eso reclaman que se autoricen batidas, no para exterminar al lobo, aseguran, sino para mantenerlo controlado y alejado del ganado, medio de supervivencia de muchas familias de ganaderos en la comarca.

Medio Ambiente, no obstante, reitera que los ganaderos pueden acogerse a la línea de ayudas que se establecen todos los años para prevención de los daños ocasionados por la fauna salvaje.

En el marco de este programa se subvenciona la adquisición de elementos preventivos y en el caso del lobo se especifican cinco formas de colaboración. La Xunta fomenta la adquisición de perros protectores y defensores del ganado, pastores eléctricos, cierres de malla electrificada, vallados fijos electrificados y otros con malla ganadera o cinegética metálica.

La Administración autonómica puntualizó que el plan de gestión del lobo en Galicia, que data del 2008, afirma que el cometido de la Xunta es precisamente ese. Se trata de «fomentar a adopción de medidas preventivas nas explotacións gandeiras».

Seguimiento e indemnización

Además de la línea de ayudas citadas, el departamento autonómico sostiene que también se ha implicado en la investigación y evaluación de la eficacia de distintos métodos de prevención.

Entre otras cosas, se realiza «un seguimento da súa aplicación así como a súa divulgación entre os titulares das explotacións gandeiras». La consellería aseguró que se está a realizar «un seguimento técnico do sistema de axudas para paliar os danos producidos polo lobo» y que permite complementar las subvenciones ya citadas. En el marco de estas compensaciones por reses muertas, Medio Ambiente ha abonado en A Lama más de 18.200 euros a los ganaderos. El año de mayor abundancia de ataques fue el 2007, cuando en O Suído se constataron 24 reses muertas por el depredador.

La Xunta no ve, con estas acciones en marcha, la necesidad de batidas en los montes pontevedreses. «Considérase que a liña de actuación debe basearse en seguir fomentando a implantación deste tipo de medidas, buscando a corresponsabilidade na xestión deste problema», apuntaron desde la consellería.

Denuncias por daños en el campo por jabalíes en el Deza y A Cañiza

El jabalí es otro animal salvaje que está causando daños considerables, en este caso en la agricultura, en varias comarcas de la provincia de Pontevedra. Según señalaron fuentes del sector, los destrozos en los terrenos agrícolas se concentran sobre todo en las comarcas de Deza-Tabeirós y en A Cañiza. La situación ha sido debatida también en el seno de varias organizaciones de cazadores que esperan que la Xunta les autorice la realización de batidas.

El protocolo establece primero que se recorra el monte con perros atados por cuerdas, si esta medida no es suficiente, entonces se usarían perros sueltos, y las batidas serían el último paso, que es al que los cazadores y los agricultores creen que hay que ir de manera directa vista la entidad de los destrozos en las fincas.