Nueva vida para los tanatorios de la ciudad

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

A LAMA

Ramón Leiro

El de San Mauro está inmerso en una ampliación y remodelación y hay otro en trámite en Mourente

24 ene 2020 . Actualizado a las 22:32 h.

Pontevedra tiene actualmente un tanatorio en la ciudad, ubicado junto al cementerio de San Mauro y las dos salas velatorias de Virgen del Camino -en Loureiro Crespo-. Pero, si nada se tuerce, el mapa de lugares donde velar cambiará dentro de poco tiempo. Para empezar, el edificio de San Mauro, gestionado por San Marcos, se está ampliando y remodelando completamente. Y, para continuar, Albia pidió licencia para construir un tanatorio en la subida a Montecelo -enfrente de Dielectro-. A mayores, habrá que saber qué ocurre con el eterno proyecto de tanatorio de Arzobispo Malvar, que lleva años estancado.

Juan Perdiz, responsable del tanatorio de San Mauro, explica que la obra que están llevando a cabo -empezó hace tres meses y se prolongará otros diez- no solo servirá para ampliar el número de salas: «La idea es modernizar las instalaciones completamente, aportarles más comodidad y contar con nuevos servicios». Entre esas prestaciones que se incluirán está una cafetería -actualmente solo hay una sala con máquinas expendedoras- y una sala multiconfesional. «Tenemos una capilla muy pequeña, pero se trata de contar con una sala grande para hacer tanto actos religiosos como civiles. Creemos que es un servicio necesario y que va a tener demanda», explicó Perdiz. La firma gestiona un total de ocho tanatorios en la provincia de Pontevedra, en sitios como Marín, A Lama o Barro. Y desde el 2015 cuenta con el crematorio ubicado en A Reigosa.

En cuanto a Albia, la firma que pidió licencia para hacer un tanatorio en la subida a Montecelo, su responsable de zona señalaba ayer que en cuanto tengan los pertinentes permisos comenzará la obra. «Presentamos la solicitud para hacer cuanto antes el proyecto, ojalá pueda estar ya en marcha en el año 2019, eso sería lo ideal», manifestó. En este caso, se trata de una instalación de bajo y planta con salas velatorias. También se pretende contar con servicios para celebrar allí actos: «Nuestra idea es dotar al tanatorio de una capilla muy amplia, con capacidad para entre ochenta y cien personas, algo que ahora mismo no existe en la ciudad». ¿Por qué Albia apuesta por Pontevedra para construir una instalación funeraria? «Porque aquí no hay por ahora tanatorios con las condiciones que tienen en otras ciudades gallegas», señalan desde la empresa.

El agujero de Arzobispo Malvar

Más allá de lo que ocurra con los tanatorios de San Mauro y el nuevo que se plantea para Montecelo, es también una incógnita lo que ocurrirá con el velatorio que se proyectó en Arzobispo Malvar y que en su día generó una enorme polémica porque incluía también un crematorio. Luego se quedó únicamente en salas para velar. Pero de momento el proyecto no se materializó. Inicialmente se hizo una excavación y aparecieron restos arqueológicos. Pero a partir de ahí no se supo más de la obra. Este periódico intentó sin éxito hablar con los responsables de la misma. En la web de una de las compañías que lo promovía dicen que contará con un nuevo tanatorio en Pontevedra. ¿Será pronto?

Vilaboa y Portas, los únicos sin velatorios

Tras la reciente reapertura del tanatorio de Ponte Caldelas, en la comarca pontevedresa solo dos municipios carecen de este servicio. Se trata de los términos de Vilaboa y Portas. En el caso de Vilaboa, desde el gobierno local indican que hubo distintos proyectos, que se considera que hay necesidad de esta infraestructura pero que todavía no cuajó ninguna de las opciones que se plantearon. Señalaron que los últimos que mostraron interés por montar una sala para los velatorios fueron los miembros de una comunidad de montes, que estaban dispuestos a ceder terrenos para que alguna empresa ejecutase el proyecto. Lo habitual es ir a velar a los difuntos a Arcade, Moaña o Pontevedra.

En Portas, desde el gobierno local dicen que no ven necesario este servicio por la cercanía de otros tanatorios de concellos limítrofes. Lo habitual es que las familias acudan a las salas de Vilagarcía, Caldas o Barro. «Temos varias opcións a dez minutos», indicó el edil Ricardo Martínez.

El caldelano, al fin abierto

En Ponte Caldelas, el Concello respiró aliviado a finales de octubre cuando logró que al fin se reabrirse el tanatorio, que llevaba años cerrado por una madeja de problemas. Mientras no tuvieron su propia sala, los caldelanos solían utilizar tanto el tanatorio de A Lama como alguno de los de Pontevedra.

Curiosamente, el municipio más pequeño de la comarca en términos de población, Campo Lameiro, cuenta con dos tanatorios. Uno está ubicado en Couso y otro en el casco urbano. El alcalde, Julio Sayáns, señalaba ayer: «Nun caso témolo en convenio cunha asociación parroquial e no outro cunha empresa. Son servizos necesarios».