Un preso de alto riesgo prende fuego a su celda y termina hospitalizado

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

A LAMA

Los sindicatos califican de «alarmante» la existencia de 50 vacantes sin cubrir

28 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Un interno de primer grado, en el que se encuadran los presos caracterizados por su peligrosidad e inadaptación, prendió fuego a la celda de aislamiento en la que estaba internado en la cárcel de A Lama. Fuentes sindicales reseñaron que se trata de un recluso que apenas llevaba una semana en el penal pontevedrés al que fue trasladado desde la prisión de León después de que hubiese arrancado «literalmente» la puerta de su celda.

Este suceso tuvo lugar el pasado miércoles por la noche y solo la rápida intervención de los funcionarios de guardia evitó que la situación se descontrolase. Eso sí, el recluso, considerado como muy conflictivo, tuvo que ser trasladado al Hospital Montecelo.

Este suceso ha sido la gota que ha rebosado la paciencia de Acaip, CC. OO. y ATP, sindicatos que ayer denunciaron, entre otras cuestiones, «la escasa formación en materia de extinción de incendios con la que contamos los trabajadores». Consideran que este déficit conlleva un riesgo para su integridad física, pero también para la de los presos.

En este sentido, criticaron que la formación que debía impartirse el pasado año «se suspendió en el centro», mientras que la programada para el 2018 «todavía no se ha producido ni tiene fecha prevista para su impartición». Además, reprochan que solo alcanzaría a veinticinco empleados penitenciarios, «totalmente insuficiente para abordar situaciones como las vividas la noche pasada en A Lama».

A esta circunstancia se suma, según remarcan desde los tres sindicatos, la existencia de «un déficit estructural de personal que alcanza ya unas cincuenta vacantes en interior» en cuya catalogación se encuadran aquellos funcionarios «que tienen contacto con los internos». Además, inciden en que se debe tener en cuenta el envejecimiento de la plantilla y la necesidad de estrategias para abordar la enfermedad mental de los internos.

Movilizaciones

Las centrales remarcan que se encuentran «en un proceso de movilizaciones» encaminadas a logra una solución a sus demandas laborales «de una institución llevada a la deriva por el máximo responsable de la institución penitenciaria, Ángel Yuste». Remarcan que, por el momento, la respuesta del secretario general de Instituciones Penitenciarias ha sido nula, lo que consideran que es una marginación frente a otros cuerpos.

Reclaman para los trabajadores la condición de agente de la autoridad

Cuatro son las principales reclamaciones que la plantilla de la prisión de A Lama viene demandando desde hace meses. Por un lado, incrementar el personal para garantizar la seguridad de todos los trabajadores, así como reconocer la condición de agente de la autoridad a los funcionarios y la activación de medidas legales para incrementar su defensa jurídica. Asimismo, exigen una mejor formación para poder afrontar situaciones de conflictividad.

Ya por último, aluden a que en las cárceles la enfermedad mental requiere un especial seguimiento: «Hacen falta más atención y programas de tratamiento psiquiátrico para abordar la enfermedad mental de internos y también es necesaria la presencia de personal especializado».