Los asaltos tuvieron especial incidencia en A Lama, donde aplauden la medida
10 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La banda de rumanos que protagonizó una oleada de robos en viviendas en A Lama a principios del año pasado ya no está en España. Los delincuentes pactaron su salida del país para evitar pasar aquí una condena de varios años y tener que enfrentarse igualmente a la expulsión poro otros tantos al salir de prisión. La noticia llenó de satisfacción a sus víctimas que, a través de la asociación de vecinos de Xesta, ya habían pedido su expulsión de España a los pocos días de conocerse su detención en una operación que se desarrolló el pasado junio en Vigo, donde residían los sospechosos de los robos.
El presidente de la asociación vecinal de Xesta, Enrique Vaqueiro, expresó ayer su «absoluta satisfacción» por la expulsión de los delincuentes, un hecho que se produjo hace unos días y del que supo recientemente por fuentes oficiales. Vaqueiro no está seguro del número de expulsados, pero estima en que ronda la veintena.
Los delincuentes se enfrentaban a dos opciones. Podían seguir en España y cumplir su condena, pero se verían forzados igualmente a su salida del país y regreso a Rumanía al rematar el período de la pena. O podían voluntariamente elegir la repatriación con una orden judicial que les impide regresar a territorio español en un plazo de diez años. Eligieron la segunda alternativa y fueron embarcados en un avión, que los trasladó a un aeropuerto de su país de origen.
El dirigente vecinal añadió también su gratitud a la Guardia Civil y a los funcionarios de la Administración de Justicia. Les felicitó por «la celeridad, comprensión y apoyo a todas las familias de Xesta y Seixido que fueron afectadas por este caso».
Precisamente una de las cuestiones que hizo que este caso saltase a la luz pública es la alta cifra de robos y la impunidad con la que los delincuentes actuaron. En el momento de su detención, en el ámbito de la operación Xesteira, se les imputaron una treintena de robos en dos provincias. En Pontevedra, los actos delictivos se centraron en las parroquias de Xesta, Covelo y Seixido, en A Lama; pero también se les atribuyeron sustracciones en el municipio ourensano de Beariz y se sospechaba que también en Avión.
El alto número de robos que se produjeron en estos municipios causó una gran alarma social entre los vecinos. Los ladrones aprovechaban la ausencia de sus propietarios de las viviendas para asaltarlas de noche y revolvían todo además de causar daños en puertas, ventanas y colchones a la búsqueda de objetos de valor. Buena parte del botín fue recuperado por la Guardia Civil, que lo expuso en la Comandancia de Pontevedra, por donde se pasaron muchos afectados para recoger sus efectos personales sustraídos. Desde las detenciones no ha vuelto a haber robos en A Lama.