El aficionado agredido en un partido de balonmano en Sanxenxo sigue en coma dos meses después

PONTEVEDRA

El abuelo del árbitro recibió un fuerte golpe de un hincha del Rasoeiro en un encuentro de cadete
24 feb 2025 . Actualizado a las 09:23 h.Han pasado más de dos meses desde que un aficionado del Rasoeiro agredió al abuelo del árbitro de 16 años en un partido entre ese equipo y el Sanxenxo en el pabellón de Vilalonga. Esa agresión provocó una movilización en el mundo del balonmano y llevó a la Federación Galega a gritar un basta ya que acabó con la celebración de dos jornadas a puerta cerrada. A punto de acabar el mes de febrero, el presidente del organismo, Bruno López, que está en contacto continuo con la familia, reconoce que «a familia de Andrés está a sufrir un auténtico inferno. Nestes momentos el segue en coma, no se sabe si poderá espertar nalgún momento e aínda non se coñece realmente o alcance das lesións». Pero va más allá. Asegura que la familia ha abierto un proceso judicial que «aínda que vai máis lento do que nos gustaría, confiamos en que remate dirimindo responsabilidades dun xeito contundente».
Desde la Federación condenan una vez más los hechos de este «tráxico» suceso y advierte de que «son feitos que tiveron consecuencias moi graves, pero non foron feitos illados, os incidentes relacionados coa violencia son máis habituais do que moita xente pensa». Durante dos semanas prohibieron el acceso a los partidos de competiciones autonómicas y al mismo tiempo, trabajaron en un Plan Estratéxico contra a Violencia. De este programa salieron varias iniciativas que ya están en marcha y otras que se irán implementando en colaboración con los clubes y los colectivos arbitrales en los próximos meses.
«Os comportamentos en xeral melloraron, estamos a realizar un estudo que amosará datos obxectivos importantes e esclarecedores con respecto a toda a situación, pero a raíz do problema segue aí. Aínda queda xente que non entende que non hai escusas para no manter o respecto polos demais», señalan desde la federación, que desde el primer momento se mantuvo firme a la hora de advertir que «non imos dar un paso atrás».
La familia se encuentra en una situación de importancia que «precisa asistencia e respostas urxentes».