El gordo alcanza a Marín: «¡Nos llamamos Tica y ahora ya lo podemos decir... en Tica toca!»

La Voz PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Capotillo

El segundo alcanzó a Sanxenxo y los quintos tocaron también a la villa turística, Pontevedra, Poio, Moraña y Bueu

22 dic 2023 . Actualizado a las 23:02 h.

El gordo, que tocó muy repartido por toda España y que alcanzó a distintos puntos de Galicia, tocó también Marín. Concretamente, en la administración número uno de la localidad marinense, en la calle Ponte, número 6, y llamada Tica. La suerte le sonrió a la comarca de Pontevedra, aunque en pequeñas cantidades, a lo largo de todo el sorteo. El segundo tocó a Sanxenxo, a un bar del paseo de Silgar, y los quintos alcanzaron también a la localidad sanxenxina, a Pontevedra, Poio, Bueu y Moraña.

Desde Marín, Alejandro Martínez, hablaba con la voz llena de emoción. Es nieto e hijo de loteros y su administración cumple este año medio siglo. Nada mejor para celebrarlo que haber dado el gordo que, señala él, les cogió totalmente de imprevisto. No sabe la cantidad que repartieron, probablemente solo un décimo, es decir, 400.000 euros. Lo suficiente para que este hombre pueda gritar a los cuatro vientos: «¡Nos llamamos Tica y ahora ya lo podemos decir.... en Tica toca!»

En el restaurante Hogar del Puerto de Combarro, en el municipio pontevedrés de Poio, hubo alegría al por mayor durante la mañana del 22 de diciembre. El año pasado les tocó el gordo y esta vez, en cuestión de minutos, les acariciaron dos quintos.No es el único punto de la comarca pontevedresa agraciado, donde los quintos dejaron pellizcos en Pontevedra, Poio, Sanxenxo, Moraña y casi 100.000 euros en Bueu

Laura Currás, del Hogar del Puerto de Combarro  y de 79 años de edad, no puede con la emoción: «¡Estouche nerviosísima... xa veu un cliente ao que lle tocou!». Ella explica que esta mañana tenía en su restaurante, donde vende lotería por máquina, a un periodista haciéndole un reportaje por haber dado el gordo en el 2022. De repente, les cae el quinto: «Foi tremendo, eu púxenme nerviosísima», dice. Al cabo de pocos minutos, otra vez les cayó encima la suerte, con otro pellizco de otro quinto. En el Hogar del Puerto de Combarro no saben de momento qué cantidad vendieron de cada uno. Pero Laura Currás dice que ya llegó un cliente de Poio que tenía cuatro décimos premiados con uno de los quintos: «El tiña catro décimos. Estou moi orgullosa de darlle sorte aos nosos veciños», indicaba la mujer. 

En Bueu, el quinto que tocó (86007) fue en esta ocasión en la librería Abrente, en el barrio de A Banda do Río. No es la primera vez que la fortuna les sonríe. Una de las trabajadoras de este establecimiento resaltó que ya dieron en el 2022 la lotería del Niño y en el 2018 el gordo de Navidad. Repartieron un total de 16 billetes del quinto, premiados con 96.000 euros

En cuanto al barrio pontevedrés de Monte Porreiro, tocó un quinto en una tienda de chucherías de la calle Portugal. Desde allí, Carmen Penela cuenta: «Creemos que vendimos un décimo de este número, es una alegría grande». 

El Bar Xolda de Moraña estaba metido en plena faena de cafés de media mañana cuando se enteraron de que habían dado un quinto premio con el 86007. No sabían cuántos décimos habían vendido ni a quién, pero sí creían que se trataba solo de uno dispensado por máquina. Javier Piñeiro, el dueño del local, recordaba que no era la primera vez que repartían un premio de Navidad ni de la Lotería Nacional. Lo que se vivía en Moraña a primera hora se repetía a unos kilómetros de allí en Xeve. En el bar estanco Casa Rey, su dueña estaba feliz de haber vendido un quinto premio. Como la mayoría no sabe quién es el afortunado, pero cree que se vendió a última hora de ayer por máquina. «Este jueves vendimos muchísimo hasta última hora cuando ya solo quedaban los números feos. Seguro que fue en ese momento», comenta Beatriz, que desde hace dos años tiene un punto mixto en Xeve.

Más premios en Sanxenxo y Poio

Tras esos pellizcos de suerte iniciales, la suerte de los quintos siguió acariciando la comarca. Tocó también un quinto en otro punto de Poio, en el histórico restaurante Casa Ces, en Porteliña. Y hubo también dinero para Sanxenxo

En el caso sanxenxino, uno de los lugares que repartió suerte, todo un clásico del sorteo navideño, donde casi siempre da algo, fue el bar Gran Suqui, ubicado en el paseo de Silgar. Desde allí, Fran Cacheda comunicaba: «Vendimos seis décimos de un quinto premio, así que son 54.000 euros. Estamos contentísimos. Estando en el paseo de Silgar no tenemos ni idea de a dónde iría a parar la suerte, porque aquí en verano compra gente de todos lados». Y, poco después de hablar así, también tuvieron la suerte de dar un pellizco del segundo premio, todavía por cuantificar. 

Y también vendieron otro décimo premiado con un quinto premio en Portonovo, en la administración ubicada en la carretera de A Lanzada. Dicen que llamó el cliente agraciado para agradecérselo: «Nos pusimos muy contentos porque llamó y nos dio las gracias, es un cliente habitual, así que estamos encantados con que el tocase», afirmaban desde este negocio. 

El mejor colofón a una mañana de premios en la comarca de Pontevedra fue el paso del gordo por Marín.