Un taconeo en la Audiencia de Pontevedra ante los guardias que la detuvieron para celebrar una condena por narcotráfico
PONTEVEDRA
«¡Somos libres! ¡A comer y beber!» cantó y bailó María del Mar Borja Camacho, líder del clan de la Cachuela, a la salida de la vista oral
23 may 2023 . Actualizado a las 18:56 h.Fue una escena surrealista. Y es que pocas veces se ve en la Audiencia de Pontevedra a una acusada de narcotráfico bailar y cantar celebrando una pena de tres años de cárcel. Pero ayer así ocurrió con María del Mar Borja Camacho, la considerada como líder del clan de la Cachuela de O Vao de Arriba (Poio), cuando abandonó la sala de vista tras ratificarse el acuerdo de conformidad con la Fiscalía. Así, a la vista de los agentes de la Guardia Civil que hace tres años la detuvieron, junto con otros integrantes de su familia, procedió a bailar un taconeo y a cantar «¡Somos libres! ¡A comer y beber!».
Instantes antes, María del Mar Borja había aceptado tres años de prisión y multa de 3.200 euros por un delito contra la salud pública, condena en la que se aplicó una agravante de reincidencia y dos atenuantes de drogadicción y dilaciones indebidas. Inicialmente, el fiscal solicitaba para la Cachuela seis años y nueve mil euros por este delito, así como le imputaba un segundo cargo de integración en grupo criminal por el que pedía dos años.
De este modo, el acuerdo de conformidad no solo rebajó la pena por el primero de los cargos, sino que hizo desaparecer el segundo. La misma pena que aceptó María del Mar recayó en María Magdalena G. B., la Fani, y en Alfredo G. C., mientras que Adolfo G. G. fue condenado en calidad de cómplice a dos años de cárcel y multa de 3.200 euros.
En cuanto a los restantes tres acusados, el ministerio público les retiró las acusaciones, por lo que fueron exonerados.
Los siete encausados integraron parte de la nómina de arrestos que practicó la Guardia Civil en el marco de la operación Tachuela. Esta se desarrolló el 13 de marzo del 2020 bajo la coordinación con el Juzgado de Instrucción número 3 y la Fiscalía Antidroga de Pontevedra. Aquel día cerca de medio centenar de agentes de distintas unidades, caso de la Compañía de la Guardia Civil de Pontevedra, Seguridad Ciudadana de la Comandancia (USECIC) y Servicio Cinológico, apoyados por el Cuco, el helicóptero del Servicio Aéreo de A Coruña, tomaron el asentamiento marginal de O Vao de Arriba.
Despliegue sorpresivo
Fue un despliegue muy rápido que permitió pillar in fraganti a los principales implicados, así como sorprender en uno de los registros a dos consumidores que esperaban en una de las habitaciones de la vivienda. En total, se inspeccionaron cuatro viviendas y dos alpendres anexos, donde se incautaron algo más de doscientas dosis de heroína, cocaína y hachís.
Además, se intervinieron diversos útiles para la confección y distribución de las sustancias estupefacientes, una báscula de precisión y cerca de siete mil euros en efectivo. De igual modo, se decomisaron joyas, un revolver calibre 32 de fuego real con munición, una pistola detonadora, dos carabinas de aire comprimido, una pistola táser y un puño americano y varias armas blancas prohibidas, reseñaron en aquel entonces desde la Guardia Civil.