Gorgullón, el barrio dormitorio de los peregrinos sigue reclamando mimos al Concello de Pontevedra

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Todo ha cambiado en ese barrio pegado al Gafos con el Camino y la peatonalización. Pero llueven quejas por la falta de limpieza

21 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Quien haya conocido la zona pontevedresa de Gorgullón hace unos años y la pise ahora sabe que su realidad actual nada tiene que ver con lo de antaño. Todo ha cambiado por dos razones: la remodelación llevada a cabo por el Concello, con la calle Gorgullón convertida en una vía de preferencia peatonal, y la explosión del Camino de Santiago. Es la calle de los peregrinos por excelencia, con perdón de Otero Pedrayo, que es su puerta a la ciudad del Lérez. O Gorgullón funciona como el gran dormitorio de los caminantes. Basta con ver todos los albergues y demás establecimientos hosteleros o turísticos que fueron abriendo para ellos y cómo, en esta época ya alta de peregrinos, muchos de ellos cuelgan el cartel de «full» a media mañana porque no les queda ni una sola cama libre. Pero en O Gorgullón, uno de los barrios hacia donde extendió sus tentáculos el modelo urbano en los últimos años, hay quien sigue reclamando mimos al Concello. Hay quejas, sobre todo y ante todo, por la falta de mantenimiento y limpieza de las zonas verdes o el mobiliario urbano. Con todo, nadie es ajeno a que se le ha dado la vuelta a la tortilla en el barrio: «Antes esto era una corredoira y ahora viene la gente del centro a pasear por aquí», se escucha rápidamente a pie de calle.

Sentados en un banco en esa zona donde la calle Gorgullón toca ya con la zona de la estación de tren, dos jubilados, Marisa y Jesús, desmigajan el mundo. Ninguno vive en el barrio. Y, sin embargo, pasean por O Gorgullón. Ni siquiera por la zona verde pegada al Gafos, sino por la calle. Así lo justifican: «Es que quedó bien y es cómoda para andar».

Pero todo es opinable. Y Emilio, también jubilado, no cree que la zona sea confortable. Él reclama más peatonalización: «Siguen pasando coches a todas horas aunque la calle sea de preferencia peatonal y además lo hacen a mucha velocidad. Me parece peligroso porque cada vez vienen más peregrinos. Echo de menos un mayor control y también que haya más limpieza», señala mientras pasea a su perro Tofu. Emilio se cruza con unos cuantos más paseantes de perros y con la corriente de peregrinos que empieza a llegar al barrio sobre media mañana. Entre quienes dan con sus pies en O Gorgullón en este viernes de mayo está una pareja italiana que hace el Camino con su bebé de 16 meses. Durmieron en Pontevedra, así que ya pueden dar cuenta de cómo ven la ciudad: «¡Belísima, dicen a coro chapurreando español.

Ojo. No solo los forasteros ven bonita la zona. Entre el personal local también hay algunos que elogian el barrio. Lo hace Silvia, que justo en la pandemia abrió una taberna y tienda de ultramarinos llamada Ponte Verde, que da servicio tanto al vecindario como a los peregrinos. Lo tiene claro y concluye: «Quedó bonito. Y la mejor muestra es que viene gente de otras partes de Pontevedra a pasear por aquí».