El mirador de Cotorredondo, en Vilaboa, seguirá cerrado para visitas turísticas este año

Marcos Gago Otero
marcos gago VILABOA / LA VOZ

PONTEVEDRA

La torre del mirador de Cotorredondo, en el concello de Vilaboa
La torre del mirador de Cotorredondo, en el concello de Vilaboa CAPOTILLO

Los comuneros de Santa Cristina de Cobres no disponen de gente que se haga cargo de su vigilancia

23 feb 2023 . Actualizado a las 11:05 h.

Uno de los atractivos turísticos de la comarca de Pontevedra era hace no muchos años subirse al mirador de Cotorredondo, en Vilaboa, y disfrutar de la vista panorámica a las dos rías —Vigo y Pontevedra— que se podía observar desde su piso más alto, que se alza por encima de las copas de los pinos que rodean la torre. Un año más, sin embargo, este mirador seguirá siendo inaccesible para los turistas y para los vecinos, ya que los comuneros de Santa Cristina, titulares de la estructura, no pueden garantizar su vigilancia y, consecuentemente, la garantía de seguridad para sus usuarios.

El presidente de los comuneros de Santa Cristina de Cobres, César Blanco, explicó que la utilización de la cúpula de esta torreta está cedida a la Consellería de Medio Rural. Desde esta altura, que domina buena parte de los montes de O Morrazo y de Pontevedra, además de permitir divisar dos rías, integrantes de la campaña autonómica contra incendios forestales pueden controlar qué está pasando en el verano. Es un destino que la parte superior de esta torre lleva décadas teniendo y que nunca interfirió con las visitas que hacían los particulares a los distintos pisos de la torre para disfrutar de los paisajes.

Ahora bien, César Blanco también es consciente de los problemas que se podrían originar en caso de que el mirador estuviese abierto y nadie pudiese controlar ni su acceso ni su uso. «Nós non podemos facer un seguimento da xente», comentó el presidente de los comuneros. Por esta razón, «en principio o miradoiro non se poderá visitar». Los comuneros no están dispuestos a correr riesgos, aunque si la Consellería de Medio Rural estuviese preparada para atender este aspecto de seguridad del mirador, los comuneros no podrían problemas.

La situación de desamparo institucional en el mirador de Cotorredondo encuentra su paralelismo en el área recreativa del lago de Castiñeiras, también de titularidad de comuneros —San Xulián, San Tomé y Vilaboa— que tuvieron convenios para la gestión de este entorno con la Xunta. Actualmente solo sigue la gestión autonómica de la zona de Vilaboa, si bien sus comuneros se quejan de la aparente falta de compromiso autonómico durante años con este espacio forestal, que ha ido perdiendo servicios y atractivo en los últimos años.

Por su parte, en una respuesta parlamentaria, la Consellería de Medio Ambiente sostiene que esta zona «non se atopa incluída na Rede Galega de Espazos Protexidos, nin conta, ata o momento, con ningunha figura de protección específica». Se precisa en la explicación de la Xunta que «o Concello de Marín solicitou a inclusión dunha área do parque de Cotorredondo, pertencente a este municipio, como Espazo Natural de Interese Local (ENIL)». Esta solicitud, que comenzó a tramitarse hace años, «conta co informe favorable da Consellería de Medio Ambiente», aunque en la respuesta parlamentaria no se especifica cuándo surtirá efectos.

La consellería añade, por otra parte, que en el lago realiza «un programa de repoboación con troita común autóctona» y que el lago ahora está clasificado como zona libre de «pesca sen morte» para «revitalizar» el enclave.