Mauro Costa Blanco se hace con un disputado Galo no Río
21 feb 2023 . Actualizado a las 20:35 h.Los vecinos de Vilaboa disfrutaron este martes de la jornada cumbre de su carnaval con la actuación del entroido de Cobres en Riomaior y de los juegos que conforman la Corrida do Galo. Hubo muchísimo público congregado en Riomaior para poder ver a los danzantes, que llevan días recorriendo también los barrios de Vilaboa, animando e invitando a los vecinos a divertirse en estas jornadas de carnaval.
Por el escenario de Riomaior se pudieron ver tanto a las madamas como a los galáns que, al ritmo de una música que solo suena por estas fechas, interpretaron sus bailes más característicos. El entroido de Cobres es uno de esos carnavales ancestrales que ha conseguido pervivir en medio de una época donde tantos otros festejos han sucumbido en la comarca ante el empuje de la modernidad.
Con sus vestimentas blancas, recubiertos de abalorios y con enormes sombreros llenos de cuentas, plumas y espejos, madamas y galáns interpretaron para el deleite de sus vecinos los bailes que han hecho famosa a Vilaboa en Galicia entera.
Después se procedió a las actividades de la Corrida do Galo, otra de las tradiciones que ha logrado no solo subsistir sino gozar de óptima salud en Vilaboa. El juego del Galo no Río es, en este sentido, uno de los crea más expectación. Los jóvenes se mueven por un tronco, con agua abajo, para intentar coger el galo que a modo de señuelo sujeta otro tronco desde la otra orilla y que queda colocado por encima de sus cabezas.
El alcalde, César Poza, indicó que este año participaron como una docena de jóvenes y que hubo que repetir bastantes lances porque el Galo se hizo de rogar. Hacía frío este martes y el agua no estaba precisamente caliente, pero los jóvenes lo intentaron una y otra vez hasta que, por fin, el Galo se dio por vencido y uno de ellos lo consiguió capturar. El ganador de este juego este año es Mauro Costa Blanco, de 15 años. A continuación, se disputó otro de los juegos, el Galo na Vara, que consiste en capturar el señuelo en lo alto de un tronco resbaladizo y que ganó Abel Fernández.