El nuevo general jefe asumió este lunes el mando de la brigada
21 feb 2023 . Actualizado a las 10:34 h.En un acto presidido por el general de división José Manuel Vivas Urieta, máximo responsable de la División Castillejos, Alfonso Pardo de Santayana Galbis asumió ayer oficialmente el mando de la Brilat. Y lo hizo con «muchísima ilusión, muchísima emoción porque vuelvo a lo que considero mi casa (...). Volver a la Brilat me llena de orgullo y también de responsabilidad porque soy consciente de la responsabilidad que asumo y del trabajo que requiere que esta unidad siga siendo la gran unidad que es».
En cuanto a los retos que tiene por delante, el general de brigada fue contundente: «El de siempre. Estar preparado y dispuesto para ser empleado en las ocasiones que España quiera de nosotros. Esto es impredecible. Cuando crees que lo tienes todo atado, de repente aparece alguna cosa», señaló dejando claro que prepararse no se improvisa.
En este punto, se congratuló de que su llegada a la Brilat coincida con lo que es el arranque de un nuevo ciclo de preparación después de que el año pasado se hubiera desplegado la brigada en Malí e Irak. «Me viene muy bien porque así yo soy capaz de dar mi criterio, mis instrucciones y mis ideas de planeamiento para que mi gente sepa donde apretar». En todo caso, aventuró que la previsible reestructuración de las fuerzas dependientes de la OTAN poco afectará a la unidad pontevedresa: «Al final, lo que nos va a pedir la OTAN son batallones, unidades coherentes, bien preparadas, serias, en condiciones de hacer lo que se nos va pidiendo y eso no va cambiar nunca».
A modo de anécdota, la toma de posesión de De Santayana Galbis coincidió con la conmemoración del 141 aniversario de la creación de la Academia General Militar del Ejército de Tierra que fundó un antepasado suyo, el general Galbis y Abella.
«De raíces cántabras y larga tradición militar»
De Santayana Galbis conoce de primera mano la Brilat, ya que estuvo destinado en sus dos regimientos, Isabel la Católica y Príncipe. Está casado, tiene ocho hijos, tres de los cuales siguen sus pasos castrenses, y procede de una familia «de raíces cántabras y larga tradición militar».