Rompiendo el silencio de la tragedia marítima de la ensenada da Arnosa

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

JANET GONZALEZ VALDES

Este domingo se estrena «O barro da vida», que aborda, entre otros temas, el hundimiento de un galeón en 1940 que dejó 23 muertes en Vilalonga

11 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Si uno repasa la prensa de la época observará que las noticias relativas a un galeón en la ensenada da Arnosa a finales de febrero de 1940, hace 83 años, son más bien escasas. Fue una suerte de silencio impuesto por la dictadura franquista que prácticamente relegó este naufragio al ámbito de las familias de Vilalonga. Ahora, un documental de Xan Leira, O barro da vida, que se estrenará este domingo, busca no solo romper este silencio obligado, sino homenajear a los fallecidos y las familias que mantuvieron vivo su recuerdo hasta ahora.

«A miña avoa falábame moito dende pequeno deste fatal accidente e sempre me quedou aí ata que coñecín a Xan Leira e llo comentei e pareceulle moi interesante», apuntó Dani Dopazo rememorando como su abuela perdió dos hermanas y un sobrino en el accidente. La implicación de Dopazo con el documental no se quedó ahí, ya que, como cabeza visible, de la orquesta La Ocaband, fue quien musicalizó O barro da vida, cuyo director Xan Leira confirmó su génesis: «A idea xurde a raíz da miña relación con Dani Dopazo, que é músico e é de Vilalonga. Foi quen me achegou esta historia do afundimento do galeón».

Profundizando en su investigación sobre el naufragio, este argentino asentado en la provincia de Pontevedra descubrió «a realidade socioeconómica de Vilalonga, que estaba moi marcada polo traballo do barro e da cerámica». Esto determinó que el epicentro del documental pivotase en torno a este pasado «como fenómeno colectivo que marcaba a idiosincrasia e personalidade de Vilalonga» y es en este marco donde se circunscribe la tragedia de la ensenada da Arnosa: «En tanto que este documental ten que ver coa historia do traballo en Vilalonga e coa xente que morreu no afundimento deste barco que regresaba do marisqueo dende O Grove», apuntó Leira.

«En alguna casa murió la madre, una hija… hubo tres muertos, dos muertos, así como en mi familia fueron tres», remarca Dopazo explicando que «muchos murieron porque la vela les cayó encima y quedaron atrapados debajo. Tal y como vestían en la época y la vela, que eran lonas muy pesadas, quedaron atrapados», añadió.

En su edición del 27 de febrero de 1940, La Voz de Galicia le dedica unas breves líneas a este suceso bajo el título de «Catástrofe marítima en Pontevedra». Así, se relata que esta se produjo «cuando volvían de la pesca del marisco ocupando una lancha a vela, unas treinta personas», de tal modo que, «a la altura del lugar denominado Cores, en Punta Arnosa, la embarcación se fue contra la peña Do Congro, con la que chocó violentamente, yéndose inmediatamente a pique».

La tragedia golpeó de lleno a Vilalonga, ya que todos los fallecidos eran vecinos de esta parroquia. La información concluye dando cuenta de que, «en el lugar de la tragedia se presentaron» la Guardia civil de O Grove, el juez municipal de Sanxenxo, su alcalde, el jefe local de Falange y el ayudante de Marina de Vilagarcía, de tal modo que «las autoridades judiciales instruyen diligencias».

Escenas de heroísmo

Los cierto es que la tragedia también puso de manifiesto el arrojo y la valentía de algunos de los vecinos, aunque, desgraciadamente, le terminara costando la vida. «Cuentan que hubo un padre que se salvó y sacó a la mujer, y luego fue a por la hija, sacó a la hija. Consiguió salvar a la mujer y a la hija, pero él quiso aún salvar a más gente y murió. Hay testimonios duros, muy duros», remarca Dani Dopazo, quien apunta que muchas de las familias golpeadas por esta tragedia aún tendrían que soportar un nuevo embate: «No había ni dónde enterrarlos», reprocha rememorando como muchos de los restos de los fallecidos terminaron en una fosa común.

En este punto, Xan Leira destaca O barro da vida como un documental centrado en la «historia local, a historia que te permite centrarte en temáticas dun interese directo dun lugar, máis alá doutros temas que eu teño traballado sobre a historia de Galicia en xeral ou sobre grandes personalidades. Cando pos o foco en historias que teñen que ver co patrimonio local, coa memoria material e inmaterial da xente próxima ao territorio, aos seus costumes, ao seu traballo, ten un valor importantísimo e un valor realmente significativo», subrayó, destacando el éxito que esá teniendo la convocatoria de este domingo.

Tradición telleira

En todo caso, y en lo que respecta a la importancia que la manufactura del barro tuvo en lugares como Vilalonga, asume que «é unha cuestión na que aínda queda por investigar moito máis a fondo, evidentemente. Moitas veces o rol que cumpre un documental e comezar a escarvar un xacemento histórico, por así dicilo, que está oculto, que está agachado e empezar a facer catas históricas sobre distintos temas».

En este punto, el director de O barro da vida alude a que «hai algunhas investigacións que falan de que a tradición cerámica en Galicia ven xa da época dos romanos, hai constancia histórica. Estas constancias sitúan puntos de extracción de barro e de produción de cerámicas na ría de Arousa e, se avanzamos na historia, hai tradición telleira dende finais do século XIX e comezos do XX», subraya al respecto.

En este punto, se muestra convencido de que «podemos recorrer a costa sur da ría de Arousa empezando por Catoira, Cambados ata rematar en Vilalonga, e vemos toda unha serie de lugares onde historicamente houbo extracción de barro e de moi boa calidade para a industria telleira ou para a produción artesanal de tellas. Un dos lugares onde se atopa, aínda hoxe, maior calidade da terra, mellor calidade do barro, segue a ser Vilalonga».