Lucía Latorre Búa: «Cada vez que llueve se inunda mi vivienda de residuos fecales»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CEDIDA

«Veo como mi proyecto de vida se arruina por culpa del Concello de Portas», añade

06 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras ejercer más de dos décadas como jurista, Lucía Latorre Búa decidió dar un giro a su vida, «un golpe de timón, arriesgando mi esfuerzo, mis ahorros y toda la ilusión, en un proyecto personal, implicándome en arrimar mi granito de arena, para dar vida y sostenibilidad a ese mundo rural en que nací, al que amo y por el que tanto he luchado desde mi activismo en plataformas», como Salva o Tren o Portas pola Saude, «por la que conseguimos recuperar una segunda plaza de médico titular para el pueblo». El resultado de su apuesta, convertir la centenaria vivienda en la que había nacido este vecina de Portas en su Templo, en «una casa de turismo rural, en donde cada detalle, fue elaborado por las manos que escriben, poniendo el mimo necesario para que los huéspedes se sintieran felices, y no olvidaran nunca su estancia».

Todo iba bien, lo que se reflejaba en los comentarios que le trasladaban los clientes, hasta que la pasada temporada, «ante el crecimiento desbordado de la maleza y la inactividad municipal», la situación comenzó a torcerse. Lucía Latorre, según su propio relato, se habría visto obligada a «desbrozar las aceras y el entorno público de mi vivienda turística, tarea en la que colaboraban ocasionalmente algunos viandantes», así como «suplicar que se vaciara el único contenedor de basura, ya a rebosar por el suelo, sintiendo vergüenza ante el civismo de los turistas que pretendían reciclar, y a los que también tenía que contestarles, en pleno agosto, cuando me preguntaban si podían utilizar la atractiva piscina municipal, situada a 50 metros, que tampoco era posible, porque estaba cerrada al público».

El problema mayor aún estaba por llegar: «Cada vez que llueve con intensidad, todo este invierno, las aguas negras procedentes del alcantarillado público desbordan delante de mi vivienda, dado que en la red están mezcladas con las pluviales a causa de una grave negligencia en su diseño».

De hecho, Latorre Búa remarca que «saltan las tapas de las alcantarillas e inundan la vivienda de residuos fecales de toda índole —papel higiénico, heces, compresas...—, imposibilitando el acceso a la misma y, por supuesto, su explotación, lo que me obliga a tenerla cerrada al público». Además, tiene que acometer «constantemente» trabajos de baldeado, limpieza y desinfección, «al tiempo que continúo necesaria y forzosamente pagando los impuestos y veo como mi proyecto de vida se arruina por culpa del Concello, que debería de ser el primer interesado en procurar su buen funcionamiento», reprocha.

En este punto, al tiempo que adjunta denuncias y documentación, deja claro que, «naturalmente, que me he quejado. Por activa y por pasiva he hecho todo tipo de gestiones con la Administración local, con el alcalde, personal y formalmente, a través de multitud de instancias, ante el Ayuntamiento, también ante el Seprona y la Guardia Civil, llamando al 112, la Xunta de Galicia, que echa balones fuera diciendo que es competencia municipal, a la cual me remite», lamenta remarcando que en su casa el sistema séptico está conectado con la red de saneamiento municipal previo abono del enganche y tasas.

Protesta ante el Concello

Esta situación que le ha llevado a ponerse a tratamiento médico ha desembocado este lunes en la convocatoria de una protesta a las puertas del Concello de Portas, de tal modo que, en caso de no obtener un compromiso firme, la protesta desembocará en un encierro en la casa consistorial.

Como la propia Lucía Torres reconoce su activismo social y medioambiental le ha llevado a pagar «peajes muy caros» que asume «con la cabeza alta». «He sido perseguida, ninguneada, multada, literalmente enjuiciada, y tantas cosas innombrables... pero me siento orgullosa de ello. Me educaron para ser una mujer luchadora y no rendirme fácilmente».