De una afonía a la extirpación de la laringe: «Estuve seis meses sin hablar»

Todo empezó con una afonía a la que en un primer momento no dio importancia ni él ni los médicos, pero que acabó de entrada en la extirpación de una cuerda y después de la laringe. Estuvo seis meses sin poder hablar y tuvo que aprender a comunicarse. Fue un proceso complicado, pero eso fue hace ocho años y ahora la evolución es favorable. Francisco José Rodríguez Alonso, de 47 años, tuvo el viernes un papel destacado en el acto de la campaña Todos contra el cáncer, impulsada por la AECC en Pontevedra. Ese día leyó un manifiesto en A Ferrería y dio la cara como paciente. «Me lo propusieron en la asociación y la verdad es que no me costó decidir. Voy a logopedia y a pilates y estoy súper agradecido a la AECC por el apoyo posterior a mi diagnóstico de cáncer, sobre todo al programa Volver a hablar», recalca.

Por ello, quiere contar su historia y tiene un mensaje muy claro. «Me gustaría remarcar la necesidad de un mayor trabajo de cara a la prevención y diagnóstico precoz del cáncer para poder llegar a unos mayores índices de supervivencia». Él lo sabe y es obvio, dice, que el cáncer está cada día más presente en nuestras vidas. Fran cuenta que este mismo año murió Marino, uno de sus mejores amigos, sin haber cumplido los 50 años y dejando de disfrutar de una hija de 9.

Volviendo al principio de su enfermedad, Fran, natural de Redondela y que era director financiero, se remonta al 2015. Relata que arrastraba un problema de afonía prolongada, pero que le decían que no tenía nada. «Esa afonía siguió y a mediados del 2015, cuando estaba pendiente de una consulta con un otorrino del Sergas, decidí ir a un médico privado de Vigo». El facultativo le hizo un informe urgente y ya le advirtió de que «no tenía buena pinta». Pronto se confirmó que padecía un cáncer de laringe. Le extirparon una cuerda vocal con microcirugía y en una revisión, en febrero del 2016, se descubrió que el tumor se había reproducido. En julio de ese año se sometió a otra operación y le hicieron una laringectomía para extirparle la laringe.

Fran explica que vinieron quizá los meses más duros. «Perdí la voz y estuve seis meses sin poder hablar. Como estaba pendiente de radioterapia hasta diciembre del 2016 no me cambiaron la prótesis. Usaba un programita de un móvil para comunicarme y fue complicado». En su caso, no tenía el pulmón dañado y el proceso de volver a hablar fue más llevadero que en otros pacientes. Agradece todo lo que aporta el programa de logopedia de la AECC y el papel de Ánxela Alonso. «A mí me radiaron el cuello y tuve que hacer ejercicios para vocalizar. Ayuda también el grupo de apoyo, estar y ver a otros pacientes», subraya.

Fran continúa en seguimiento médico, aunque quieren darle el alta. Está pendiente de un PET, un TAC específico, y es prudente y realista, dice. «Tienes que vivir con esa espada ahí, con esa incertidumbre siempre». Reside en Arcade (Soutomaior), tiene reconocida una incapacidad permanente e intenta disfrutar de la vida y de sus dos hijos pequeños, de 4 y 1 año. Echa de menos el deporte náutico y la playa, ya que lo tiene vetado por si le entra agua en el pulmón. Fran tenía 39 años cuando le detectaron el cáncer. Hacía mucho deporte y solo bebía los fines de semana. Era un fumador muy ocasional. «Realmente no sé qué me causó el cáncer. Solo sé que empezó con una afonía que se instauró y no recuperaba». Su madre le decía, «Fran, vete a ver eso». Y pidió cita al Sergas. Hoy lamenta que se perdieron unos meses que igual, quién sabe, le pudieron haber salvado la laringe.

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