Menús de «take away» por seis euros diseñados por los cocineros del futuro en Pontevedra

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Los alumnos de Dirección de Cocina que elaborarán los menús «take away»
Los alumnos de Dirección de Cocina que elaborarán los menús «take away» CAPOTILLO

Una práctica del Carlos Oroza busca clientes para recoger sus platos

31 ene 2023 . Actualizado a las 12:44 h.

Los futuros cocineros de Pontevedra, esos que están a punto de salir al mercado laboral porque ya enfilan la recta final de su formación en el Carlos Oroza se enfrentan estos días a un trabajo que les ha obligado a compaginar calculadora y alimentos para seducir al cliente por el bolsillo y por la boca. Buscan quienes quieran probar sus menús take away de seis euros. Solo se podrán pedir los viernes entre el 17 de febrero y el 10 de marzo. «Cada alumno de xeito individual propón un menú para levar a domicilio, ten que ocuparse do márketing, dos envases e ser o máis creativo posible», explica Ricardo Fernández, el profesor de cocina que se encarga de dirigir una práctica que valdrá para completar la oferta gastronómica de un centro que desde hace años se abre a la ciudad. En su restaurante se puede comer a diario un menú del día, que hasta hace muy poco costaba diez euros. El alza de los precios lo ha incrementado hasta los 12 euros, pero sus platos están a la altura de una reseña en la Guía Michelin.

También lo están los menús que proponen para recoger en el centro. Y, ¿cuáles son esos platos que pensaron para seducir? Uno de los que estará disponible el próximo 17 de febrero incluye coxinhas (una especie de croqueta), arroz con carne y verdura y brigadeiro, una especie de magdalena de chocolate, pero también está el menú La Serenata. En este caso, se servirá Baba Ganoush, (un hummus de berenjena), una arepa reina pepiada (rellena de pollo, aguacate y mayonesa) y de postre, arroz con leche.

Los menús se podrán recoger en el autoservicio del comedor entre 13.30 y 15.30 horas. Antes de llegar a ese punto los cocineros habrán exprimido sus ideas hasta el límite. David González es uno de ellos. A él le toca el take away el próximo 3 de marzo. De la idea inicial a la que servirá finalmente ha tenido que cambiar muchos productos. «Empezamos pensando el menú para un presupuesto de seis euros, pero te das cuenta de que pronto te pasas del precio. En mi caso hago una brocheta y he cambiado los calamares por tomates cherri», explica este joven de 20 años que reconoce que meter en seis euros los alimentos y el embalaje fue hacer encaje de bolillos: «Lo único que no tenemos en cuenta son los gastos de agua y electricidad».

Los formularios para pedir los menús se abrirán en los próximos días. «É probable que está semana ou a que ven xa se poidan facer os encargos», apunta Fernández Guerra, que ha supervisado las propuestas una a una hasta que los alumnos dejaron sobre la mesa una opción real y viable. Algo más optimista es Sergio Barbeitos. Él ofrecerá el 3 de marzo mejillones a la vinagreta, lomo de ternera asado y tarta de queso. «No es una práctica fácil, pero te enseña a adaptarte a productos de calidad económicos y a hacer la compra de forma consciente», advierte este futuro cocinero, que en unos años se ve dirigiendo la cocina de un restaurante.

«O obxectivo desta práctica é que o alumno faga un traballo de campo real onde intervén o márketing, a venda, o cálculo de necesidades de materia prima, a elaboración e a execución culinaria de propostas sas», subraya Ricardo Fernández, que ha aplicado el cuchillo para ajustar las ideas de los alumnos a los seis euros. Ni uno más. A partir de ahí, cada uno tendrá que servir como mínimo diez encargos.

«Food truck», comida para llevar y restaurante gastronómico, las prácticas del ciclo

 

 

Los alumnos de segundo curso de Dirección de cocina se preparan para salir al mercado con experiencia en todos los ámbitos. Dice su profesor de Xestión de producción e cociña, Ricardo Fernández, que salvo la tensión de estar en una empresa externa, el día a día es el de cualquier profesional. Ahora pondrán en marcha el servicio de comida para llevar de los viernes. Cada semana habrá cuatro alumnos en esta práctica, pero otros tantos trabajarán en la furgoneta de comidas también los viernes. «Ahí traballamos a neorestauración con street food, pero con nada de hamburguesas, ofreceranse bocadillos galegos con produtos de denominación de orixe e da horta. Está tamén encamiñado ao aproveitamento alimentario», explica Fernández Guerra. 

Y esto no es lo único que convierte a sus alumnos en los cocineros del futuro. Mientras unos están en el food truck y el servicio de take away, hay ocho que elaboran por parejas el menú del restaurante gastronómico. «Un está na cociña levando o peso e o outro lle fai o apoio saíndo a sala para aprender a estar tamén de cara ao público», apunta el profesor, quien cree que estas prácticas ponen a los alumnos en el camino del futuro. Cada año salen de estas cocinas 16 profesionales que se han curtido en escenarios muy similares a los que se encontrarán fuera. «A nosa labor e poñelos nese camiño e tamén teñen eses nervios que logo vivirán no seus postos de traballo», concluye.